Porque el UNICO protagonista del retiro fue JESUS EUCARISTIA. Ni el silencio, ni las meditaciones personales, ni el grupo, ni las charlas... SOLO JESUS EUCARISTIA...
Retiro de adoración permanente, día y noche, donde cada uno aportaba lo que poco que podía, sus cinco panes y dos peces... Y Dios saciaba el hambre de todos...
Fue, en definitiva, un encuentro cara a cara con Jesús.
Transcribo aquí un testimonio de uno de los participantes del retiro
Y llegué a la conclusión de que, si pudiera elegír, lo que no quisiera que faltara en ninguna... lo que elegiría para TODAS y cada una sería:
A Dios. A mi Fe. Porque sin Él no sería vida.
A mi familia. Porque la eligió Dios para mí, y en ella aprendí a amar, a perdonar, etc, y aprendi mi Fe.
A mis amigos. Por ellos daría mi vida. Los amo, y los elegí. De ellos aprendí y recibí muchísimo.
Los dones que Dios me dió. Sobre todo el de la alegría.
Mis virtudes y mis defectos. A todos los querría, porque tanto unos como otros me acercan a Dios, por distintos caminos...
Y si tuviera que elegir de entre los momentos de mi vida, para vivir 1000 vidas más, elegiría las horas junto a Jesús en el Sagrario. Elegiría todas las misas, y cada comunión.
Elegiría todas mis buenas acciones, y cada oportunidad en la que dí gloria a Dios.
Elegiría todos los momentos en los que acepté el dolor y cargué mi cruz; sin ellos no sería nada.
Elegiría todos los momentos en los que fui humillado, porque eso me unió a Jesús.
Elegiría todos los momentos en los que dí amor. Y todos aquellos en los que fuí amado. Eso me hizo feliz.
Elegiría todas las veces que fuí a confesarme y la misericordia de Dios descendió sobre mí.
Elegiría todos los momentos de oración. Todas las canciones que le canté a Jesús.
Elegiría la paz que da la verdad. Elegiría elegir lo que Dios quiere.
En fin. Elegiría la vida que Él eligió para mí, y todas las personas que hay en ella. Con todos sus momentos. Con todo lo que me hace reír y llorar. Con lo que me alegra y con lo que me hace sufrir. Elijo lo que me sale, y lo que me cuesta. Elijo ser un pecador, y renunciar al pecado. Renunciar al pecado, y resignarme a ser un pecador. Porque aprendí que no es contradictorio vivir en Cristo, y estar sometido a la ley del pecado.
Así lo quiere Dios, así lo quiero yo..."
fabi, me alegro que haya sido lindo el retiro, la proxima avisame eeee
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