"Para estar con Dios no es necesario pasarse todo el día en la Iglesia; podemos convertir nuestro corazón en un oratorio al cual retirarnos de tanto en tanto para conversar con Él tranquilamente, humildemente, amorosamente, Todos somos capaces de tener estos momentos de intimidad con Dios, unos más y otros menos: Él sabe bien lo que puede cada uno.
Acostúmbrese poco a poco a adorarlo de ese modo, a pedirle su gracia, a ofrecerle de vez en cuando el corazón a lo largo del día, en medio de sus labores, en todo momento si usted puede.
Basta con una simple elevación del corazón. Un simple recuerdo de Dios, un acto de adoración interior....
Dios no nos pide grandes cosas: un simple recuerdo de vez en cuando, un acto de adoración, pedirle alguna vez su gracia, ofrecer unas veces nuestros sufrimientos, otras darle gracias.
Que poco a poco se acostumbre a este insignificante pero santo ejercicio. Parece una cosa intrascendente, y nada hay más fácil que reiterar una y otra vez a lo largo del día estos actos de adoración interior.
Para amar, hay que conocer. Para conocer a Dios hay que pensar en él con frecuencia. Y cuando lleguemos a amarle, pensaremos en Él con más frecuencia, pues nuestro corazón estará donde esté nuestro tesoro (Mt 6,21) Pensemos en Él con frecuencia, pensemos mucho en Él.
No necesitamos gritar muy fuerte: está más cerca de nosotros de lo que pensamos.
Estas oraciones por breves que sean son muy agradables a Dios.
¿Cómo estar con Él, sino pensando en Él con frecuencia? ¿Y cómo pensar en Él con frecuencia sino gracias a una sana costumbre que es preciso crearse?"
Fray Lorenzo de la Resurrección, hermano carmelita
martes, 25 de enero de 2011
Elevar el corazón a Dios
lunes, 24 de enero de 2011
Benedicto XVI: "Testigos del Evangelio en la era digital..."
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
PARA LA XLV JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital (5 de junio 2011)
Queridos hermanos y hermanas
Con ocasión de la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, deseo compartir algunas reflexiones, motivadas por un fenómeno característico de nuestro tiempo: la propagación de la comunicación a través de internet. Se extiende cada vez más la opinión de que, así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, por las novedades introducidas en el ciclo productivo y en la vida de los trabajadores, la amplia transformación en el campo de las comunicaciones dirige las grandes mutaciones culturales y sociales de hoy. Las nuevas tecnologías no modifican sólo el modo de comunicar, sino la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural. Junto a ese modo de difundir información y conocimientos, nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión.
Se presentan a nuestro alcance objetivos hasta ahora impensables, que asombran por las posibilidades de los nuevos medios, y que a la vez exigen con creciente urgencia una seria reflexión sobre el sentido de la comunicación en la era digital. Esto se ve más claramente aún cuando nos confrontamos con las extraordinarias potencialidades de internet y la complejidad de sus aplicaciones. Como todo fruto del ingenio humano, las nuevas tecnologías de comunicación deben ponerse al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera. Si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano.
Transmitir información en el mundo digital significa cada vez más introducirla en una red social, en la que el conocimiento se comparte en el ámbito de intercambios personales. Se relativiza la distinción entre el productor y el consumidor de información, y la comunicación ya no se reduce a un intercambio de datos, sino que se desea compartir. Esta dinámica ha contribuido a una renovada valoración del acto de comunicar, considerado sobre todo como diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas. Por otro lado, todo ello tropieza con algunos límites típicos de la comunicación digital: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia.
De modo especial, los jóvenes están viviendo este cambio en la comunicación con todas las aspiraciones, las contradicciones y la creatividad propias de quienes se abren con entusiasmo y curiosidad a las nuevas experiencias de la vida. Cuanto más se participa en el espacio público digital, creado por las llamadas redes sociales, se establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo. Es inevitable que ello haga plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser. La presencia en estos espacios virtuales puede ser expresión de una búsqueda sincera de un encuentro personal con el otro, si se evitan ciertos riesgos, como buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer “amistades”, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio “perfil” público.
Las nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Ésta es una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos. ¿Quién es mi “prójimo” en este nuevo mundo? ¿Existe el peligro de estar menos presentes con quien encontramos en nuestra vida cotidiana ordinaria? ¿Tenemos el peligro de caer en la dispersión, dado que nuestra atención está fragmentada y absorta en un mundo “diferente” al que vivimos? ¿Dedicamos tiempo a reflexionar críticamente sobre nuestras decisiones y a alimentar relaciones humanas que sean realmente profundas y duraderas? Es importante recordar siempre que el contacto virtual no puede y no debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida.
También en la era digital, cada uno siente la necesidad de ser una persona auténtica y reflexiva. Además, las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica. Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales. Por eso, puede decirse que existe un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital, caracterizado por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro. Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él. Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza (cf. 1 P 3,15).
El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos el estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la “popularidad” o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento.
La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe.
Con todo, deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana. La red está contribuyendo al desarrollo de nuevas y más complejas formas de conciencia intelectual y espiritual, de comprensión común. También en este campo estamos llamados a anunciar nuestra fe en Cristo, que es Dios, el Salvador del hombre y de la historia, Aquél en quien todas las cosas alcanzan su plenitud (cf. Ef 1, 10). La proclamación del Evangelio supone una forma de comunicación respetuosa y discreta, que incita el corazón y mueve la conciencia; una forma que evoca el estilo de Jesús resucitado cuando se hizo compañero de camino de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35), a quienes mediante su cercanía condujo gradualmente a la comprensión del misterio, dialogando con ellos, tratando con delicadeza que manifestaran lo que tenían en el corazón.
La Verdad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales. Los creyentes, dando testimonio de sus más profundas convicciones, ofrecen una valiosa aportación, para que la red no sea un instrumento que reduce las personas a categorías, que intenta manipularlas emotivamente o que permite a los poderosos monopolizar las opiniones de los demás. Por el contrario, los creyentes animan a todos a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas. Esta tensión espiritual típicamente humana es precisamente la que fundamenta nuestra sed de verdad y de comunión, que nos empuja a comunicarnos con integridad y honradez.
Invito sobre todo a los jóvenes a hacer buen uso de su presencia en el espacio digital. Les reitero nuestra cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid, cuya preparación debe mucho a las ventajas de las nuevas tecnologías. Para quienes trabajan en la comunicación, pido a Dios, por intercesión de su Patrón, san Francisco de Sales, la capacidad de ejercer su labor conscientemente y con escrupulosa profesionalidad, a la vez que imparto a todos la Bendición Apostólica.
Vaticano, 24 de enero 2011, fiesta de san Francisco de Sales.
BENEDICTUS PP. XVI
CARTAS A UN HERMANO SACERDOTE
Una tarde de noviembre del año pasado, rezando el Rosario por Juncal y Rodríguez Peña, en Plaza Vicente López, una señora se acercó al verme de sotana y me entregó, sin decirme nada, una copia del libro "CARTAS A UN HERMANO SACERDOTE".
Conocí el libro hacía algunos años, ya que me lo habían regalado antes, habiendo causado gran impresión en mi alma en aquel tiempo. Por eso lo presté y obviamente lo perdí... Así pués, al volver a tener este libro en mis manos me motivé a hacerlo conocer. Porque hacer conocer este libro es hacer conocer y amar a Jesús Eucaristía.
Gracias a Dios por este medio virtual que nos permite a donde ni siquiera nos imaginamos, pero que Él conoce en su infinito Amor providente.
A nadie llega este blog "porque sí", es el Señor quien conduce sus caminos y hace llegar lo que Él quiere a donde Él quiere.
Animado en esa certeza empece a publicar en este blog una por una esas cartas para que al leerlas recibamos la motivación de buscar y conocer a Jesús en la Eucaristía.
Que estas cartas ayuden a ADORAR y HACER ADORAR a Jesús Eucaristía.
Encomiendo esta obra al Corazón Inmaculado de la Santísima Madre de Dios. Allí, en ese corazón, está todo.
Que estas "Cartas" toquen los corazones de todos...
Introducción del libro "CARTAS A UN HERMANO SACERDOTE"
Del destinatario de las "Cartas", Padre Tomás Naval:
A mis hermanos sacerdotes:
Conozco a Monseñor Ramírez desde los once años. Él contribuyó decisivamente a mi vocación sacerdotal. Siempre he apreciado sus esfuerzos en ayudarme a ser un sacerdote santo y alegre. Ésta es la razón por la que conservó las cartas que él me escribió, como de un hermano mayor a su hermano menor.
Si una de estas treinta cartas ayudara a un solo sacerdote a conocer mejor a Jesús en el Santísimo Sacramento, me sentiría recompensado por haberlas publicado. Tal vez mejor sería leer una carta por día, como un mini retiro de treinta días, en lugar de leerlas de corrido como si leyésemos un libro.
En una oportunidad pensé que estas cartas algún día podrían ayudar a otros como me han ayudado a mí. Sin embargo, como era demasiado tímido y vergonzoso, no le di la debida importancia por publicarlas. Después pensé que hoy no es el momento de tenerse uno en cuenta.
Hay ya demasiado silencio. Me encantaría empezar un nuevo movimiento. Tal vez sea demasiado joven como para pretender saber tanto. Pienso que si hubiesen suficientes sacerdotes tan jóvenes como yo que se levantaran, hablaran y fueran escuchados, habría una Iglesia más celosa por la causa de Cristo en el Santísimo Sacramento. Lo que hoy es una actitud negativa podría convertirse en positiva si tan solo estuviéramos dispuestos a ser más valientes y pasar del susurro al testimonio.
Me gustaría cumplir con mi parte al empezar un movimiento a nivel mundial, un movimiento sin nombre ni cuotas, un movimiento de sacerdotes no indecisos sino valientes por la causa de Cristo en el Santísimo Sacramento.
En la primera Eucaristía, Cristo fue traicionado por treinta monedas de plata. Todos los apóstoles se dispersaron y hasta Pedro negó conocerlo.
Ahora es el momento para que todos volvamos y digamos que Lo conocemos. Conocemos y amamos a Jesús en el Santísimo Sacramento!
Nuestra vida está dedicada a su Reinado Eucarístico.
Que venga a nosotros su Reino!
Padre Tomás Naval
PRELATURE OF INFANTA
Infanta, Quezon, Philippines
Dirección postal QCC P.O.Box 1539, Zip Code 1155
Quezon City, Philippines
1 - DICHOSOS LOS QUE NO HAN VISTO Y HAN CREÍDO
Fiesta de Sto. Tomás, Apóstol,
3 de Julio de 1993.
J.M.J.
Querido padre Tomás.
¡Feliz día de fiesta! Algo muy grandioso me sucedió hace un par de años. Pensando en esto decidí escribirte. Sucedió que el padre Martín Lucia y yo fuimos juntos a un retiro espiritual. Yo tenía un resfrío muy fuerte y tosía. El padre Martín me sugirió que tomara un trago de coñac que me ayudaría a dormir. No había llevado despertador y me preocupaba tomar el trago y no poder levantarme a las 3:00 de la mañana para mi hora santa con el Señor en el Santísimo Sacramento.
El padre Martín me aseguró que Dios iba a encontrar la forma de despertarme. Tomé el coñac. ¡Pum!. A las 3 oí un fuerte golpe y otros más en la puerta. Esperé ver al padre Lucia al abrir la puerta pero quedé muy sorprendido al ver un perro en su lugar. El perro había entrado a la casa, subido la escalera y de espalda a la puerta, la golpeó con la cola hasta que me levanté a abrirla. A la mañana siguiente me enteré que el perro nunca entraba a la casa.
Estoy sentado pensando para mis adentros que si Dios puede utilizar a un perro para llevarme a mi hora santa ¿no podría usarme, querido Tomás, para acercarte más al Santísimo Sacramento?
Quiero seguir escribiéndote, tecleando mi máquina tan fuerte como el perro golpeaba, hasta que por la gracia de Dios empieces a hacer una hora santa por día y tengas adoración perpetua en tu parroquia.
Es solo cuestión de fe. ¡Fe en que el Santísimo Sacramento es realmente la persona de Jesús, aquí con nosotros, en este mismo lugar y en este mismo momento!. Tu tocayo no creyó que Jesús había resucitado. “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi mano en su costado no creeré” (Jn 20,25).
Por esta razón se le llama: “Tomás el incrédulo”. ¿Quien es hoy “Tomás el incrédulo”?. La gente cree en la resurrección pero, ¿saben dónde vive el Señor resucitado? Hoy “Tomás el incrédulo” es aquel que no cree que el Santísimo Sacramento ES Jesús, nuestro Salvador Resucitado, con todo el poder de su Resurrección que derrama gracias abundantes sobre todos aquellos que se acercan a su divina presencia!
Muchos dirán que “sí”, que creen en la presencia real. Pero la fe es mucho más que una aprobación intelectual. La fe es inseparable del modo de actuar. Si creemos que Jesús está presente en el Santísimo Sacramento entonces actuamos de acuerdo a nuestra fe. Vamos a Él, nos acercamos a Él, corremos hacia Él. San Pablo dice “La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb 11,1).
Si pudieras ver a Jesús en el Santísimo Sacramento, Tomás, ¿no reservarías una hora todos los días para estar con Él? Si pudieras verlo como realmente es, ¿no tendrías adoración perpetua en tu parroquia? Sería imposible detenerlo, porque el mundo entero vendría día y noche a verlo y estar con Él.
Imagínate lo que sucedería si Jesús se hiciera visible en el Santísimo Sacramento. Todo el mundo querría tomar el primer vuelo hacia Filipinas para ir a tu parroquia. Y, ¿no le diría Jesús, a cada uno, lo que le dijo al apóstol Tomás: Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído (Jn 20,29)
En el Evangelio de hoy, Jesús se aparece a Tomás para que pueda creer que Cristo ha resucitado. La maravilla más grande de su Amor es que Él no se te aparezca a ti mi querido amigo.
En lugar de eso, Jesús te espera en el Santísimo Sacramento. Él quiere que vayas a Él por la fe, para que por toda la eternidad, te pueda llamar "DICHOSO".
Su Amor es demasiado grande para decir: "Acerca aquí tu dedo y mira Mis manos; trae tu mano y métela en Mi costado y no seas incrédulo sino creyente" (Jn 20,27).
Cree que el Santísimo Sacramento es el mismo que dijo estas palabras a Tomás, el mismo Jesús que atravesó las puertas cerradas y que se presentó en medio de los apóstoles y les dijo: "La paz esté con vosotros".
Ésta es la paz que Jesús quiere que tengas en tus horas santas. La experiencia de esta paz es mejor que si Jesús te mostrara sus llagas. Sus llagas en el Santísimo Sacramento ya no son horribles. Son ahora la belleza del paraíso, brillan más gloriosamente que el sol; son fuente de gracia.
Jesús quiere darte la plenitud de estas gracias, por venir a Él por la fe. Por eso es mejor que Él no te muestre sus llagas visibles, como al apóstol Tomás, porque quiere derramar sobre ti las gracias invisibles de estas llagas con todo el mérito, toda la gloria, la belleza y el amor salvífico que emanan de ellas.
Con cada hora santa que hagas, le estás diciendo a Jesús: "Señor mío y Dios mío" (Jn 20,28).
Y cada vez Él te dice: "Dichoso eres, Tomás, porque no has visto y has creído".
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
domingo, 23 de enero de 2011
2 - LA PARTE BUENA
Memoria de Santa María Magdalena,
22 de julio de 1993.
Querido padre Tomás:
Ayer ofrecí la Santa Misa por las Misioneras de la Caridad. Recordé la primera vez que me encontré con la madre Teresa de Calcuta, cuando ella vino a Manila a establecer su comunidad. Me pidieron que celebrara misa para ella y sus hermanas.
Después de la misa tuve el privilegio de hablar en privado con la Madre. Me contó la historia de su comunidad. La hermana Agnus, una monja pequeña y morena de la India, fue su primera discípula. Al principio hubo pocas hermanas junto a ella mientras que eran muchas las personas necesitadas. Desde los ancianos y enfermos que morían en la calle, hasta los bebés y niños abandonados que no tenían quien se ocupara de ellos. La madre Teresa quería llegar a todos.
La pregunta era: ¿Cómo hacerlo con tan pocas seguidoras? No había suficiente tiempo durante el día para atender a todos aquellos necesitados. La Madre y las hermanas rezaron para saber qué hacer. La respuesta fue sorprendente. Dios quería algo muy especial además de sus oraciones regulares. Aún cuando parecía que no alcanzaban las horas del día, Dios pedía algo más. Quería que la comunidad reservara una hora extra cada día para que todas juntas hicieran esa hora santa en la presencia de su Hijo expuesto en el Santísimo Sacramento.
La madre Teresa declara que esta hora santa diaria es la causa y la razón por la que su comunidad ha florecido. Ha crecido a más de tres mil miembros gracias al poder y la gracia recibidos en la hora santa diaria. La comunidad se ha multiplicado y ahora sus hermanas están presente en todas partes del mundo. Estuvo dispuesta a dedicar un tiempo para unirse a la "vid" y pudo alcanzar y abrazar al mundo entero.
En el sermón de la Última Cena, Jesús dijo que el que permaneciera unido a Él en el Santísimo Sacramento, ése daría mucho fruto (Jn 15,5). El fruto apostólico de la madre Teresa y sus hermanas continúa asombrando al mundo.
Su historia me inspiró a hacer lo mismo que ella hizo. Leyendo sobre el apostolado de la adoración perpetua y cómo el padre Martín Lucia lo estaba promoviendo con éxito en los Estados Unidos y otros países, también quería que se difundiera en toda Filipinas. Por eso fundé la comunidad llamada los Discípulos Eucarísticos de San Pío X. Día y noche, sin descanso, se acercan al Santísimo Sacramento en amante adoración. Primero rezaron para que el padre Lucia pudiera venir a Filipinas y así empezar el gran apostolado para establecer la adoración perpetua en las parroquias. Luego rezaron para que se extendiera por todo el país. En este momento hay 500 capillas. Ahora los Discípulos Eucarísticos rezan para que podamos cumplir el objetivo de lograr establecer en 1.000 parroquias, capillas de adoración perpetua.
Estos dos ejemplos, la madre Teresa y los Discípulos Eucarísticos, demuestran la verdad que Jesús dijo en el Evangelio de hoy: "Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas y hay necesidad de pocas o mejor de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada" (Lc 10, 41-42).
La parte buena es estar con Jesús en el Santísimo Sacramento. El mejor tiempo invertido en la tierra, querido Tomás, es el tiempo que pasas junto a tu mejor amigo, Jesús en el Santísimo Sacramento. Y es la forma más segura de producir gran fruto apostólico.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico. mons. Pepe
jueves, 20 de enero de 2011
3 - LA MEJOR DE TODAS LAS HOMILÍAS
Memoria de San Juan María Vianney,
4 de agosto de 1993.
Querido padre Tomás:
¿Te acuerdas de Jorge, ese joven amigo mío que encontramos en la Iglesia de Binondo? Me comentó que le gustaría ingresar al seminario y ordenarse sacerdote pero que el único problema que tenía era que no se creía capaz de memorizar una homilía ni poder predicar mucho. Después de pensarlo, le contesté que no consideraba que eso fuera un problema.
El sacerdote más grande que jamás haya vivido decía la misma homilía todos los días, una y otra vez, eran sólo dos líneas. San Juan María Vianney predicaba lo mismo cada domingo: "Si sólo supieras cuanto Jesús te ama en el Santísimo Sacramento, te morirías de felicidad". Después señalando hacia el Sagrario, agregaba "JESUS ESTA REALMENTE AHI".
La gente venía de todas partes de Francia para oírlo hablar y todos los domingo repetía lo mismo. Al tomar conciencia del amor y la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, se conmovía tan intensamente, hasta lo más profundo de su alma, que al señalar el Sagrario para mostrarle a la gente que Jesús estaba realmente ahí, lloraba de alegría. Pasaba largas horas día y noche rezando ante el Santísimo Sacramento, como también muchas horas en el confesionario. San Juan María Vianney, el santo cura de Ars, fue proclamado por la Iglesia modelo y patrono de todos los sacerdotes.
Otro Sacerdote famoso que vivió en la misma época, fue el padre Lacordaire. Este sacerdote fue el predicador más elocuente de su tiempo. Cuando predicaba en la Iglesia de Notre Dame de Paris, el rey y la reina iban a oírlo y la Catedral se llenaba.
Un día alguien le preguntó si sentía gran satisfacción por ser un predicador tan popular pero contestó que no, porque cuando él hablaba la gente decía cuán hábil e inteligente era. Pero, cuando Juan María Vianney hablaba, todos decían “qué bueno es Jesús”
¡Qué complicada es la naturaleza humana, querido Tomás! Tratamos de impresionar a todos con nuestra inteligencia, teologizando todo. Tanto, que a la gente le resulta difícil entender lo que tratamos de decir. Lo que realmente debemos hacer es decir cuán bondadoso es Jesús en el Santísimo Sacramento. Le aconsejo a Jorge que todo lo que tiene que hacer como sacerdote es repetir las dos líneas de San Juan María Vianney y así también será canonizado.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico. Mons. Pepe
martes, 18 de enero de 2011
4 - PODER VERDADERO
Fiesta de la Transfiguración,
6 de agosto de 1993.
Querido Tomás:
Pareciera que la segunda guerra mundial ocurrió hace mucho tiempo y que está ya muy lejos. En 1945 en un día como hoy, fueron lanzadas dos bombas sobre Japón. La guerra terminó. Entonces, un joven llamado Douglas Valentine se encontraba en un campo de concentración japonés. Muchos años después escribió un libro titulado Hotel Tacloban, sobrenombre de ese campo.
Por las críticas al gobierno americano, el libro no se vendió muy bien, excepto en lugares como Nigeria. En este país, en la catedral de Awka, alguien se olvidó una copia del libro en uno de los bancos. Cuando el padre Martín entró para hacer su hora santa lo encontró, lo abrió y leyó una página.
Hablaba de un diácono filipino que había visitado en un barco a Douglas Valentine después de su liberación. El diácono quería que Valentine tuviera un recuerdo feliz y perdurable de Filipinas para borrar los malos recuerdos del campo de concentración. Tomó la guitarra y entonó la canción en español "Solamente una vez". El título de la canción en inglés es "You Belong to my Heart" que traducida literalmente al castellano es "Tu perteneces a mi corazón". La traducción de su magnífica letra se encontraba en la siguiente página.
¿Qué inspiración tuvo el padre Martín en ese momento? Que cada uno de nosotros pertenecemos al Corazón de Jesús. Por el poder de la adoración cada uno volverá a su Corazón y para difundirla por todo el mundo se necesita una comunidad de sacerdotes.
En el aeropuerto de Cebú, el padre Martín les contó esta historia a dos de los primeros misioneros del Santísimo Sacramento que se estaban por ordenar. En ese preciso momento, un joven se acercó con una guitarra y preguntó si podía cantarles una canción y entonó, "Solamente una vez".
En este aniversario del lanzamiento de la bomba ¿No deberíamos reflexionar sobre esto? Si algo hecho por el hombre puede ser utilizado con semejante fuerza destructiva, aún no hemos empezado a comprender el poder constructivo del amor increado de Dios en el Santísimo Sacramento.
Pedro, Santiago y Juan presenciaron la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor. El mundo entero presenciará la gloriosa transfiguración de Jesús en el Santísimo Sacramento y tendrá el efecto exactamente opuesto al de la bomba lanzada en Nagasaki. Habrá una explosión de energía divina que liberará el poder de su amor y renovará la faz de la tierra. !Entonces el mundo verá el Poder Verdadero! Todo se renovará. Todo pertenecerá a su corazón. Todo se hará uno.
Mientras tanto, hay cinco gracias que recibimos cada vez que visitamos a Jesús en el Santísimo Sacramento. Sus llagas gloriosas nos transfiguran y transforman por su amor sanador. Las gracias que Él derrama generosamente sobre nosotros por cada Hora Santa que hacemos son:
Restauración,
Santidad,
Conversión,
Reparación y
Salvación.
Por esta razón, querido Tomás, como Pedro debemos exclamar ante Su Divina Presencia: "Señor, qué bien que estamos aquí".
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico. Mons. Pepe
lunes, 17 de enero de 2011
5 - MENDIGANDO AMOR
Memoria de Santa Clara,
11 de agosto de 1993.
Querido padre Tomás:
Te adjunto una estampa de Santa Clara cuya memoria celebramos hoy. Fíjate que está sosteniendo una custodia con el Santísimo Sacramento. Así se la representa siempre, en estampas, estatuas y vitrales de las iglesias.
Mostrar a Santa Clara siempre con el Santísimo Sacramento, tiene dos significados. El primero es para expresar su gran amor a la Eucaristía; y el segundo, para demostrar su gran fe en el poder del Santísimo Sacramento.
Cuando su convento fue atacado por los vándalos, levantó ante ellos la custodia con el Santísimo Sacramento y se alejaron espantados. El Santísimo Sacramento salvó a su comunidad de la destrucción.
Cuando Santa Clara se encontró por primera vez con San Francisco, él le dijo que no creía que fuera sincera y para probar su amor a Dios debía salir a la calle a mendigar pan. Como ella provenía de una familia muy adinerada, se necesitaba tanta humildad para realizar este acto en el siglo XIII como se necesitaría hoy en el siglo XX..
Piensa en los pobres mendigos que esperan en los semáforos y golpean la ventana de cada auto que pasa. Imagínate pedir a una joven rica que haga esto hoy por amor a Dios.
¿Tenemos en la actualidad alguna Santa Clara? Estoy seguro que sí en la persona de la hermana Briege McKenna.
En 1970, Jesús le habló desde el Santísimo Sacramento. No fue una voz interior, sino una voz que se oyó claramente. El Señor quería que ella ayudara a sus sacerdotes. Desde entonces la hermana Briege les ha dado cientos y cientos de retiros. A lo mejor querrás leer su libro "Miracles Do Happen" (Los milagros si ocurren).
La hermana Briege ha conmovido el corazón de miles de sacerdotes, afirmándolos en su ministerio. No hay un solo obispo en el mundo que no sepa de la gran labor que ella ha hecho por la Iglesia.
Cuando la hermana Briege llegó a Manila, comentó que las dos cosas que el diablo odiaba má, eran el sacerdocio y la Sagrada Eucaristía. Todos los días, así como Santa Clara, la hermana Briege pasa muchas horas rezando frente al Santísimo Sacramento.
De todos los retiros que la hermana Briege ha dirigido en distintos lugares del mundo, hay uno que ella nunca lo llegó a dar y que es mi cuento favorito. Se había programado un retiro para los obispos de Nigeria. Pero estalló una guerra civil y la hermana Briege no pudo viajar hacia allá.
Como el padre Martín estaba en la diócesis predicando sobre la adoración, el obispo Ganaka le pidió que reemplazara a la hermana y dirigiera el retiro. Entre los obispos asistentes estaba el obispo Albert Obinafuna de Awka, quien invitó al padre Martín a su diócesis. Allí el padre conoció a un joven camarero llamado Fabián Eke.
Fabián representa la primera vocación de África para los misioneros del Santísimo Sacramento. Acaba de terminar sus estudios de teología y se ordenará el próximo año. Luego Fabián hará lo que Santa Clara y los compañeros de San Francisco hicieron. Mendigará por amor a Dios. Pero no pedirá pan para comer sino el amor de las personas por "el Pan Vivo que bajó del cielo". Volverá y difundirá la adoración perpetua por toda África.
Tú deberías hacer lo mismo, querido Tomás. Rogarle a la gente que ame a Jesús en el Santísimo Sacramento.
Debes tener adoración en tu parroquia. El amor se humilla. Cuanto uno más ama, más dispuesto está a humillarse y a mendigar el amor por otro.
Si Santa Clara se hubiera avergonzado de mendigar nunca habría existido la Comunidad de Hermanas Clarisas. No hubiera habido una hermana Briege que al ir por el mundo entero mendigando amor, conmueve los corazones de los sacerdotes y los acerca al Santísimo Sacramento.
Como verás, querido Tomás, la hermana Briege es una monja clarisa que vive en la Florida, en el convento de Santa Clara.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
domingo, 16 de enero de 2011
6 - IMITACION
San Maximiliano Kolbe,
14 de agosto de 1993.
Querido padre Tomàs:
¡Cuanta generosidad la de Maximiliano Kolbe! Dio su vida por un compañero prisionero en el campo de concentración de Auschwitz. Se ofreció a morir para que un padre de familia no fuera llevado a la cámara de muerte.Destacado por su heroico sacrificio y gran trabajo misionero, fundador del movimiento Milicia de la Inmaculada que cuenta con millones de consagrados a María diseminados por todo el mundo, Maximiliano Kolbe fue uno de los primeros santos canonizados por Juan Pablo II.
No hubo milagros que “probaran” realmente que Maximiliano fuera un santo. Toda su vida fue un milagro de generosidad. Generosidad que es un ejemplo para todos nosotros en esta época de egocentrismo conocida como la “generación del yo”.
¿Quién inspiró a Maximiliano Kolbe? El Santísimo Sacramento, querido Tomás. En la comunidad habló a sus hermanos sobre Jesús en el Santísimo Sacramento como “el hermano mayor, el novio de las almas, presente en la Eucaristía, que nos hace sus hermanos, que estimula nuestros corazones con un amor recíproco”.
Fomentó la adoración del Santísimo Sacramento como “la actividad más importante”. Soñaba con tener al Señor Jesús expuesto en la custodia día y noche, en la capilla de Niepokalanow. En 1938 dijo: “Mi objetivo es establecer la adoración. Cuando nos acercamos a la capilla, adquirimos muchas gracias para nosotros y para los demás, especialmente si dedicamos un día entero a la adoración del Santísimo Sacramento. Con esta adoración se hace un inmenso bien. Y agregó: “Allí fluye un caudal ininterrumpido de oraciones. La oración es el poder más grande del universo capaz de transformar a cada uno, capaz de cambiar la faz de la tierra”.
En 1920, el padre Maximiliano decidió visitar el Santísimo Sacramento treinta veces al día. El Padre Pal, un colega, atestigua que era fácil saber qué estaba haciendo y encontrarlo, porque siempre estaba en la capilla.
Esto fue lo que inspiró al padre Kolbe a dar su vida por la de su compañero de prisión. Innumerables veces había meditado sobre esta verdad en la presencia de nuestro Salvador. Jesús eligió la muerte en la Cruz para que pudiéramos tener la plenitud de su Vida en el Santísimo Sacramento. Eligió sufrir el odio para que podamos ser llenados con su Amor. Eligió ser herido hasta quedar desfigurado para que podamos ser sanados enteramente. Eligió soportar las tinieblas para que podamos tener la luz y la alegría de su Presencia real. Eligió padecer el abandono del cielo para que podamos tenerlo siempre a ÉL, Emanuel, con nosotros en la tierra.
El padre Kolbe le dijo a sus hermanos: “todos los hermanos menores deben tratar de imitar al hermano mayor, Jesús, en el Santísimo Sacramento”.
Y esto es lo que el padre Kolbe hizo cuando intercambió su propia vida por la de su compañero de prisión. El efecto más grande de su devoción al Santísimo Sacramento fue la IMITACION. Puede que no seamos llamados a tan dramático acto de generosidad, pero cada día somos llamados a muchos actos de desprendimiento, por lo que todos deberíamos ser motivados, influenciados e impulsados por el acto más grande de generosidad: el generoso amor de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
sábado, 15 de enero de 2011
7 - RESTAURACION
San Pío X,
21 de agosto de 1993
Querido padre Tomás:
Una tarde que visité la capilla en Las Piñas había allí una mujer de nombre Hilda Walstrun, rezando de rodillas, sollozando silenciosamente. Cuando le pregunté qué le pasaba, me respondió que sus lágrimas eran de gozo. Había asistido a la Misa y durante la elevación vio que la Sagrada Hostia se transformaba en un apasionado Corazón con la luz del Amor destellando rayos luminosos. Uno de esos rayos llegó a su corazón. Me comentó que en ese solo instante, ella había experimentado tanto amor como jamás alguien podría sentir, aunque viviese mil años.
Lo mismo le sucedió a la hermana Inés de Akita en Japón. Fue a rezar a la capilla de su convento y vio que una luz deslumbrante salía del Santísimo Sacramento. Cayó al suelo llena de amor divino. Por horas nadie pudo moverla. Veinte años después, el solo recuerdo de esta experiencia, puso a la hermana Inés en éxtasis.
Tuve una larga conversación con el obispo Ito de Akita, presente entonces en la capilla, que podía atestiguar sobre la luz gloriosa que el Santísimo Sacramento irradiaba. Sucedió en 1973, en la fiesta del Sagrado Corazón y duró tres días. Esta aparición ya fue aprobada por la Iglesia.
En Fátima 70.000 personas vieron el milagro de la danza del sol. El sol en el cielo es un signo del Hijo de Dios en el Santísimo Sacramento. Uno es la fuente natural y el otro es la fuente sobrenatural de todo poder y vida. Por esto, todas las custodias son hechas en forma de un sol refulgente.
El milagro de Fátima presagia el gran milagro Eucarístico que sucederá. Lo sucedido en Akita nos muestra el significado de aquel milagro. En todo lugar en que se adore a Jesús en el Santísimo Sacramento, la luz de Su Amor, iluminará como el amanecer para que todos la puedan ver.
Tan pronto como haya suficientes capillas de adoración perpetua que satisfagan la Justicia Divina de Dios, Él mostrará al mundo entero su divina Misericordia revelando lo oculto y haciendo visible lo escondido: la luz de Su Amor en el Santísimo Sacramento.
Lo que un día vio la hermana Inés, lo verá el mundo entero. Será la luz gloriosa de Su Amor. Tendrá el poder de penetrar en cada corazón, no importa lo frío y cruel que fuese, los atraerá hacia el Corazón de Dios. Luego que por este milagro Eucarístico la humanidad vuelva a Dios, la naturaleza volverá al hombre. Entonces tendremos un segundo, nuevo y más glorioso paraíso terrenal.
Este es lema del gran Papa y Santo, cuya fiesta celebramos hoy: “RESTAURAR TODAS LAS COSAS EN CRISTO”.
Querido amigo, haz que este lema te incite a establecer la adoración perpetua en tu parroquia.
La primera gracia que se obtiene es la restauración. Cada hora santa, acerca el día en que Jesús restaurará todas las cosas en Él mismo. Solo cuando lo glorifiquemos en el Santísimo Sacramento con nuestro amor, manifestará la gloria de Su Amor, a toda la humanidad.
Política, social, económica, cultural y moralmente andamos mal. Estamos mas allá de toda solución humana. Necesitamos la intervención divina que será el gran Milagro Eucarístico.
Por eso San Pío X llamó a la adoración perpetua “ la obra más sublime de todas las obras”. Por esto se le llama el Papa Eucarístico.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
8 - SU PRECIOSÍSIMA SANGRE
Exaltación de la Santa Cruz,
14 de septiembre de 1993.
Querido padre Tomás:
Cuando Cecilia Chin me invitó a Kansas a dar una charla, en el vuelo desde San Antonio, Texas, me senté al lado de un hombre que me reconoció como sacerdote por mi cuello romano. Me mostró algo que pensó me interesaría: una moneda de bronce del siglo III.
Me preguntó cuánto pensaba que podía valer pero no tenía la menor idea. Me sorprendió saber que valía $300 dólares por tener sellada la cara de Constantino.
Relacioné la moneda al hecho de que el Papa Juan XXIII usó el nombre de Constantino para explicar el propósito del Concilio Vaticano II: fue un abrir las ventanas para dejar que el aire fresco entre en la Iglesia y saque todo el polvo acumulado desde el tiempo de Constantino.
Esto pensaba mientras sostenía la moneda y comencé a meditar la charla que tenía que dar en Kansas sobre el Santísimo Sacramento. La Eucaristía brota de la Pasión de Cristo. Cuando nos acercamos al Santísimo Sacramento NOS ACERCAMOS A LA CRUZ. Durante nuestra hora santa presentamos al Corazón Eucarístico de Jesús aquellas almas más necesitadas de su Misericordia que son “selladas” y señaladas con
con su Preciosísima Sangre. Se salvan los sellados con la Preciosísima Sangre de Jesús, incluídos los que han de morir ese día.
Una noche cuando acababa de terminar mi hora santa en la Iglesia de San Miguel a las 4:00 de la mañana, llegó en taxi una mujer con su hijo. Quería que hablase con él. Me contó que una voz la había despertado diciéndole que fuera a esa Iglesia. Se levantó en el momento justo que su hijo estaba a punto de suicidarse. Desde la visita a San Miguel él comenzó a mejorar y ahora está bien.
Otra noche, Nonette Silla estaba en la capilla rezando de 2:00 a 3:00 de la mañana. Hacía tres semanas que venía encomendando al Corazón de Jesús a un hombre que conocía y que estaba destruyendo la vida moral de muchas de sus amigas. Incluía a este hombre en su oración porque sabía que Jesús también lo amaba. Terminaba su oración pidiéndole a Jesús que acercara a este hombre a la capilla para así estar segura de su conversión.
Mientras rezaba, oyó que alguien sollozaba. Se dio vuelta y vio que era ese mismo hombre. Él le explicó que en esas últimas tres semanas estaba muy confundido: lo que hasta entonces pensaba que estaba bien, ahora le parecía que estaba mal. No podía dormir. Había estado manejando toda la noche por la ciudad y cuando pasó por la Iglesia, vio la luz de la capilla encendida, tan atrayente e invitadora que decidió entrar. No encontró la condena por sus pecados sino la tierna misericordia del Santísimo Sacramento. Por eso sollozaba.
Cuando llegué a las 3:00 me contó su historia. Oí su confesión, le dí la absolución y desde entonces recibe la Comunión diariamente. La hora santa de Nonette fue más valiosa que la cara de Constantino. La Preciosísima Sangre de Jesús selló su alma y no pudo escapar de la gracia y la misericordia de Dios.
No vi la película "La Lista de Schindler", pero un amigo me contó una escena muy conmovedora. Schindler saca de su solapa un prendedor de oro y se lamenta no haberlo vendido, pues si lo hubiese hecho habría podido comprar una vida más, salvar una vida más. Y llora y se lamenta de no haber podido hacer más.
Querido Tomás, si supiéramos el valor de una hora santa, nunca dejaríamos pasar un solo día sin hacerla.
El Santo Padre en Dominicae Cenae, dice que la adoración sirve para hacer "reparación" por los males del mundo. El valor de una hora santa no tiene límite porque los méritos de la Cruz son infinitos. Por eso el padre John Hardon SJ indica que es absolutamente imposible exagerar el valor de una sola hora de oración en presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Jesús dijo: "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mi" (Jn 12,32). Con cada hora santa que hacemos, atraemos a la parroquia y al mundo entero las gracias que Jesús obtuvo para nosotros en el Calvario. El triunfo de la cruz es la misericordia que obtenemos del Santísimo Sacramento que sella a todos y a cada uno de nosotros con la Preciosísima Sangre de Jesús.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe
sábado, 8 de enero de 2011
Homilía en Misa de esponsales de Pedro y Flor
Génesis 1, 26-28. 31
Romanos 12, 1-2. 9-18
Juan 2,1-11
1. Nos hemos reunido con gozo esta noche en esta Basílica del Pilar, para asistir al matrimonio de Pedro y Flor. Ha llegado el día para ustedes, y con espíritu de fe compartimos esta Eucaristía que es el marco espiritual y litúrgico para esta unión matrimonial.
El matrimonio -nos enseña la Iglesia- es para un cristiano una auténtica vocación sobrenatural, es decir no tiene su origen en la tierra sino en el cielo, y tiene su término en el Cielo. Vocación sobrenatural, por eso San Pablo dice “Gran misterio es éste, que yo refiero a Cristo y a la Iglesia”. El matrimonio instituido por Jesucristo es un signo sagrado que santifica eternamente, una acción del Espíritu Santo que llena el alma de los que se casan; y los invita a seguir a Cristo más de cerca. El matrimonio cristiano es vocación y por lo tanto misión.
Corresponde entonces ahora que consideremos atentamente esta misión a la que son llamados por Dios y que ustedes han de desempeñar en el mundo y en la Iglesia, que consideremos la grandeza de la vocación matrimonial.
2. No hay más que una vocación en la vida: la santidad. Ese es el fin de la vida del hombre, ése -y no otro- es el sentido verdadero de la existencia humana: ser santos. Que hermoso es pensar que este sacramento, no es otra cosa que Dios mismo apostando por ustedes. El sacramento transforma toda la vida matrimonial y la convierte en un altar divino en la tierra. Por eso la Iglesia en la Oración introductoria de esta Misa de Esponsales le pedía a Dios que ustedes se unan y procuren la mutua santidad. El sacramento del Matrimonio viene a especificar esa vocación sobrenatural en la vida de ustedes dos: procurar la mutua santidad…
Pedro, tu camino de santidad se llama Flor.
Flor, tu camino de santidad se llama Pedro.
No lo olviden nunca.
3. Las lecturas que Ustedes han elegido para esta noche iluminan este acontecimiento, y nos ayudarán a contemplar este misterio:
En la primera lectura, del libro del Génesis, se nos recuerda que todo es gracia, es decir, que todo es parte del plan de Dios, que llama a los esposos al amor y a la fecundidad realizada sobre todo en los hijos y especialmente en la santidad de los hijos. Porque ésta ésa es la verdadera fecundidad: los frutos de santidad de sus vidas y las de sus hijos. Todo lo que Dios ha hecho es bueno dice la Biblia, y como ustedes decían los otros días al preparar las lecturas de esta celebración, eso nos recuerda la trascendencia y profundidad de este momento, que tiene su origen y fundamento último en el plan eterno de Dios.
En la segunda lectura San Pablo nos exhorta a un cambio sincero y profundo, a una permanente conversión y apertura del alma para descubrir en todo momento cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Este texto de la epístola a los Romanos es una invitación a la armonía espiritual que nace de la paz, y de la escucha sincera de la voz del Señor. Pedro y Flor vivan así ustedes: ofreciéndose día a día a Dios, alegres en la esperanza, pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración. Nunca dejen de rezar, que no pase un día de su vida matrimonial sin que compartan la oración. Me permito contar aquí que hacia fines de su vida, tu querido abuelo, Pedro, recordaba con profunda gratitud el Rosario diario rezado con su esposa, tu abuela, y que siguió rezando hasta el último día de su vida como signo de fidelidad y trascendencia del amor que los unió. Sólo Dios sabe cuánto bien ha hecho en la vida de todos ustedes, sus hijos y nietos, esa oración diaria y oculta, seguramente fuente de gracias imposibles de imaginar…
Pedro, Flor, nunca dejen de rezar juntos.
En el Evangelio vemos cómo Jesús, para comenzar sus signos, signos de la Nueva Alianza, busca el ambiente festivo y sugerente de unas bodas. Él mismo se presenta como el Esposo que dará a su Esposa, la Iglesia, el vino nuevo y sobreabundante del Reino de Dios.
Podemos realmente afirmar que ahora se realiza nuevamente aquello que la narración de las bodas de Cana nos ha presentado. Ustedes, que dentro de breves instantes serán nuevos esposos, han invitado a su boda a Jesús mismo. Lo han invitado para que bendiga su amor y ésta unión que quieren hacerla EN ÉL. Ante Él quieren prometerse amor para toda la vida. Y me consta cuánto desean los dos que la vida conyugal que hoy inician sea siempre conforme con el plan salvador de Dios sobre el hombre y la mujer, ratificado por el mismo Jesucristo en su Evangelio: no se unen así, sin más, sino que se casan “en el Señor”.
Pedro, Flor, estén en paz. Este texto del Evangelio nos recuerda la presencia permanente de Cristo en todos los momentos de su matrimonio, la intervención de la Virgen siempre atenta a las necesidades, y la certeza de que el mismo Señor pondrá lo que falte. Cuando lo humano ya no tenga recursos propios, ahí vendrá Cristo a convertir las tinajas en el mejor vino que se pueda imaginar: el vino del amor humano transformado en santidad.
4. Por ultimo quiero recordar el pensamiento del Siervo de Dios Padre Luis María Etcheverry Boneo:
“Tenemos que ir al cielo construyendo la tierra… pero tenemos que construir la tierra teniendo presente que todos nuestros pasos en ella deben conducirnos al cielo…” “Sin Jesucristo, Nuestro Señor, no se puede absolutamente construir nada a fondo”
Pedro, Flor, construyan así su matrimonio, fija la mirada en el cielo, fijo el corazón en Jesucristo. No le tengan miedo a la santidad, que siempre viene con sufrimiento y cruz. No tengan miedo a la santidad porque Dios mismo se hace cargo de su llamada y todo lo podemos en Aquel que nos conforta.
Que la Santísima Virgen de Luján acompañe siempre esta vocación a la santidad de su matrimonio y de todos los matrimonios cristianos.
La Patria necesita matrimonios santos.
El mundo necesita familias cristianas.
La Iglesia necesita santidad matrimonial.
Que su matrimonio sea siempre DON de Dios para la Patria, para la Iglesia y para el mundo.
Que Dios los bendiga y que por la intercesión de la Santísima Virgen María, los haga santos, felices y muy fecundos. Que así sea.