miércoles, 1 de diciembre de 2010

9 - SANTIDAD


Memoria de Santa Teresita del Niño Jesús,
lº de octubre de 1993

Querido padre Tomás:
Mientras miro por la ventana, veo como cae una lluvia torrencial. Sería imposible salir en este momento sin empaparse.
La lluvia me recuerda las enseñanzas de la Iglesia sobre la devoción al Santísimo Sacramento que garantiza el éxito y es el camino más seguro para la santidad. El Papa Pablo VI dice en Mysterium Fidei que la forma más eficaz para crecer en santidad es el tiempo que se pasa con Jesús en el Santísimo Sacramento.
Jesús mismo dijo que Su Corazón en el Santísimo Sacramento es una fuente por donde corre agua viva y que llama a todos para que se acerquen a Él (Jn. 7, 38).
Cada vez que nos acercamos a Jesús, Él nos santifica. Cada momento en su presencia aumenta nuestra unión con Él.
Santa Teresita, la pequeña flor, fue una verdadera prueba de esto. Se sentía muy descorazonada porque se dormía durante su hora santa en presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento. Desde que ingresó al convento carmelita para dedicarse a la oración y a la vida contemplativa, estuvo tentada de salir, porque pensaba que era un fracaso total.
Cuando se le apareció Jesús y le preguntó si se acordaba de lo que su padre le decía cuando era pequeña y se dormía en su falda, ella le contó que le decía que él gozaba tanto cuando ella dormía sobre su falda como cuando estaba despierta hablándole.
Entonces Jesús le contestó: "!Lo mismo pasa conmigo!" Santa Teresita murió a los veinticuatro años y se la considera la más grande de las santas del siglo XX. Aún cuando se dormía en la capilla, ella iba creciendo en santidad! La santidad es la segunda gracia que recibimos.
Y así como ahora no se podría salir bajo la lluvia torrencial sin empaparse, tampoco se puede estar en la presencia del Santísimo Sacramento sin empaparse espiritualmente y crecer en la misma vida y santidad del Señor. Por esto la Escritura dice: "vendrá a nosotros... como la lluvia tardía que riega la tierra". (Os 6, 3)
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

martes, 30 de noviembre de 2010

10 - TRANSFORMACIÓN


Memoria de San Francisco de Asís,
4 de octubre de 1993

Querido padre Tomás:
Conchitina Bernardo es una de las personas más respetables y conocidas de Filipinas. Hace poco se hizo terciaria de la orden de San Francisco. Cuando Conchitina estudiaba medicina en la Universidad de Madrid en 1963, conoció a un estudiante americano, Jonas Romea, que regresaba a Estados Unidos para ordenarse sacerdote.
Casi 25 años después, se encontraron en Manila cuando él difundía la adoración perpetua, durante el Año Eucarístico Nacional de 1987. Durante esos años Conchitina había desarrollado una profunda devoción al Santísimo Sacramento y quería ayudar a promoverla. Tanto había para hacer que necesitaba ayuda. Conchitina invitó a Manila al padre Jonas Romea a vivir conmigo en San Miguel. Financió los gastos del viaje para que este sacerdote se uniera al apostolado y difundiera la adoración perpetua.
Cuando terminó el Año Eucarístico, el padre Jonas regresó a Estados Unidos donde predicó con tanto éxito que estimuló a otro sacerdote a fundar una nueva comunidad de sacerdotes dedicados a la difusión de la adoración perpetua en el mundo entero. La comunidad se llama Misioneros del Santísimo Sacramento y el sacerdote que la fundó, amigo de Conchitina, es el padre Martín Lucia. Es así que nuevamente tenemos la conexión filipina-americana.
Conchitina es una de las miles de personas influenciadas por San Francisco. Pero fue Jesús en el Santísimo Sacramento, el que influyó en San Francisco que con frecuencia pasaba la noche entera rezando ante el Santísimo Sacramento. Su único deseo era la transformación de su vida en unión con Cristo. Una noche de julio de 1216, Cristo se le apareció mientras rezaba ante el Santísimo en la Iglesia de Santa María de los Ángeles.
Después de la visión, San Francisco exclamó: "Los mandaré a todos al paraíso". Estaba más convencido que nunca del poder de la oración para salvar almas.
El 14 de septiembre, un serafín con alas de fuego, tal como se describe en Isaías (6, 2), bajó del cielo sobre Francisco mientras hacía contemplación e imprimió en sus manos la marca de los clavos y la llaga de la lanza, en su costado. Todos en la región vieron el monte de La Verna envuelto en una luz, como si el sol ya hubiera salido. El hermano León vio una bola de fuego descender sobre el rostro de San Francisco cuando éste recibía los estigmas.
Menciono esto, querido Tomás, porque el Santísimo Sacramento es el fuego del Amor Divino. Así como el fuego transforma todo en fuego, así, uno es transformado de gloria en gloria y hecho más a la imagen y semejanza de Cristo por cada momento que pasamos en su divina Presencia.
¿Recuerdas nuestra conversación sobre la metamorfosis del gusano en una mariposa multicolor? La diferencia nos asombra.
La diferencia en nuestra alma de una hora santa a otra, asombra a los santos en el cielo y a los ángeles en la tierra. La transformación que toma lugar en tu alma es mucho más real y dramática que la transformación que tuvo lugar en el cuerpo de Francisco cuando fue estigmatizado. Por cada momento que pasas en Su Presencia, no solamente tus manos y tu costado, sino todo tu ser se transforma más y más a imagen y semejanza de Cristo.
Debido a esta transformación, cada momento que pasas con Jesús en la tierra hará que tu alma sea más gloriosa y más bella en el cielo por toda la eternidad. Por esto, querido Tomás, San Pablo exclamó: "Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez mis gloriosos" (2 Co 3,18).
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

11 - CONEXIONES


Fiesta del Santo Rosario,
7 de octubre de 1993

Querido padre Tomás:
Mientras lees esta carta por favor saca del bolsillo tu rosario y observa como cada cuenta se conecta con la otra. La Santísima Madre también hace este tipo de "conexiones" entre la gente. Ella origina una cadena de circunstancias para la gloria de su Hijo en el Santísimo Sacramento.
Te doy un ejemplo. Hace exactamente cuatro años, el Santo Padre fue a Seúl, Corea, en ocasión del Cuadragésimo Cuarto Congreso Eucarístico Internacional. Estimulado por miles de personas de todo el mundo, el Papa Juan Pablo II eligió visitar una capilla de adoración perpetua, la Iglesia del Buen Pastor, como primera escala después de llegar al aeropuerto.
Dio una charla a los cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos sobre la importancia de la adoración en la vida sacerdotal. Explicó así por qué era lo "más apropiado" que su visita a Corea comenzara en una capilla de adoración perpetua.
Esa tarde el Secretario Ejecutivo del congreso nos visitó al padre Farrall, al padre Martín y a mí, en la casa Maryknoll donde nos alojábamos. Quería conocer cómo había empezado todo este maravilloso trabajo de la adoración perpetua que había logrado establecer cientos de capillas tanto en Corea como en Filipinas.
El Secretario Ejecutivo nos invitó a Roma para presentar al Santo Padre un álbum con todas las capillas instauradas en Asia.
El padre Martín no quería ir si yo no lo acompañaba. Como la visita era muy importante decidí ir. Se fijó la fecha y como todos llegaríamos de distintas direcciones, decidimos encontrarnos a una hora determinada en la capilla de adoración de la Basílica de San Pedro.
Al finalizar esta agradable reunión, cuando salíamos de la capilla de San Pedro, conocimos a un estudiante de teología. Se entusiasmó por qué estábamos en Roma y nos dijo que él también quería propagar la adoración perpetua cuando fuera sacerdote.
Este estudiante es ahora el padre Vicente Perricone que difunde la adoración perpetua por todo el Reino Unido. Antes de ir a Manila, le comentó a un amigo laico el propósito de su misión y éste se lo contó a José De Luca. José fue ordenado junto con Vicente y ahora está fomentando con mucho éxito la adoración perpetua por todos los Estados Unidos. El padre José ha sido instrumento de muchas vocaciones para los Misioneros del Santísimo Sacramento.
¿Entiendes ahora, Tomás, cuando me refiero a las "conexiones"? Desde Seúl a Roma, a Manila y al mundo entero, la Santísima Madre está haciendo un "rosario vivo" para glorificar a su Hijo en el Santísimo Sacramento.
Si todavía tienes el rosario en tus manos, hay sólo una cosa más que te quiero decir. Cuando rezas el Rosario ante el Santísimo Sacramento, amas a Jesús con el Corazón de María. Unidos al Corazón de María por el rosario, haces una perfecta hora santa porque amas a Jesús con el amor perfecto de María.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

domingo, 28 de noviembre de 2010

12 - REPARACION


Memoria de Sta. Margarita María,
16 de octubre de 1993.

Querido padre Tomás:
Si tienes la oportunidad de ver la obra "Los Miserables", por favor no dejes de hacerlo. Me gustó más que "Miss Saigon”. No te la pierdas. Tú sabes que Lea Salonga es una de las artistas que actúa en la obra y es fantástica. Pero lo más importante es que este clásico de Víctor Hugo tiene un mensaje que pide ser oído hoy.
Valjean es un pobre carpintero sin trabajo. Su crimen fue haber robado un pedazo de pan para alimentar a sus hijos hambrientos. Su sentencia: cinco años de prisión. Al tratar de escapar es capturado para servir a la cruel justicia del gobierno quince años más. En la prisión, los suyos lo olvidaron y abandonaron.
¿No podría ser ésta la historia de Jesús en el Santísimo Sacramento? Jesús se convierte en el Pan Vivo bajado del cielo para alimentar espiritualmente a los hambrientos hijos de Su Padre. Este es Su "crimen". No es retribuido con agradecimiento y adoración. Es castigado poniéndosele en la prisión del Sagrario. En este calabozo es olvidado y abandonado por los suyos. Nos avergonzamos y no lo exponemos. Por estar demasiado ocupados, no lo honramos. Su trono es la custodia en donde quiere liberarse para reinar como Rey del Amor. Pero al contrario, se le encierra y se le trata como al criminal Valjean. Se describe a sí mismo como un Prisionero de Amor.
Mi querido Tomás, no es exagerado lo que digo. Esto es lo que Jesús mismo le reveló a Santa Margarita María cuando se le apareció en el Santísimo Sacramento mientras estaba rezando y le dijo: "He aquí este Corazón que ama tanto y a cambio, es tan poco amado". Le explicó que las espinas alrededor de Su Corazón eran un símbolo del dolor que sufre por la ingratitud e indiferencia de sus sacerdotes y de su pueblo a Su Amor en el Santísimo Sacramento. Luego, Jesús le manifestó que Él sufría más por esta indiferencia e ingratitud de lo que sufrió en la Pasión.

Jesús nos llama a cada uno de nosotros diciéndonos: "Tengo sed, una terrible sed de ser amado por ustedes en el Santísimo Sacramento".
El Santísimo Sacramento es el Sagrado Corazón de Jesús en medio de nosotros. Hoy llora como lloró por Jerusalén. ¡Cuánto desea reunir a cada uno de nosotros en Su Corazón, así como la gallina reúne a sus polluelos debajo de sus alas!
Cambia su llanto en una sonrisa, querido Tomás. Establece la adoración perpetua en tu parroquia y cambiarás las espinas de Su Corazón en muchas flores de consuelo. Cada hora santa reparará toda la indiferencia e ingratitud del mundo.¡Qué gracia tan grande!
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

13 - SALVACIÓN


Fiesta de San Martín de Porres,
3 de noviembre de 1993

Querido padre Tomás:
Leí en el diario de esta mañana que un hombre de Tailandia debería recibir el premio Nobel por sus servicios humanitarios. Cada fin de semana baja a Bangkok desde su pueblo en la montaña. Va a buscar jóvenes raptadas, secuestradas, llevadas engañadas a uno de los cientos de burdeles de la ciudad.
Estas jóvenes tienen entre doce y catorce años y sirven alrededor de diez clientes por noche. Él viaja desde lejos, no recibe pago y arriesga su vida para salvarlas. Ha logrado devolver más de 400 niñas a sus padres y familias. ¿Te imaginas la alegría de un padre o de una madre cuando ven volver a su pequeña niña sana y salva después de tan terrible odisea? Piensa cuán agradecidos deben estarle esos padres por haber salvado a sus hijas.
Querido Tomás, eso no es nada comparado con el agradecimiento que Dios Padre te tendrá por tener adoración perpetua en tu parroquia. Por esto el Papa Juan Pablo II beatificó a Dina Belanger.
Era una mujer canadiense muy devota a la oración ante el Santísimo Sacramento. Antes de su hora santa Jesús le mostraba multitudes de almas al borde del precipicio del infierno. Luego podía ver estas mismas almas en las manos de Dios después de su hora santa.
Jesús le dio a la venerable Dina un mensaje para transmitir a la Iglesia. El valor de una hora santa es tan grande, que lleva a multitudes de almas de la orilla y borde del infierno, a las mismas puertas del cielo.
Piensa Tomás que San Martín de Porres era insultado y maltratado porque era negro e ilegítimo. Se identificó con Jesús, ignorado y maltratado en el Santísimo Sacramento. Mientras se consolaban mutuamente, Martín se hizo más caritativo, amable y servicial. Pasaba hasta ocho horas diarias en oración ante el Santísimo Sacramento.
Esto agradó tanto a Jesús que hizo a Martín un autor de milagros. Llevaba un canasto de pan fresco del monasterio para repartir por las calles a los pobres. Con un solo canasto daba pan a un barrio entero.
Martín alimentaba a cientos de hambrientos con un solo canasto de pan. Tú, querido Tomás, salvas cientos de personas del infierno con tan sólo rezar una hora anta ante el Pan Vivo bajado del Cielo.
Esta es la razón por la que Carlos de Foucauld pasó toda su vida ante el Santísimo Sacramento, en un desierto de Arabia. Su única oración era: "Dios mío, conduce a todos los hombres a la salvación".
Establece la adoración perpetua en tu parroquia, querido Padre y Dios te estará infinitamente más agradecido a ti, que los padres de Tailandia lo están con el hombre que salva a sus hijas en los burdeles. Dios pasará toda la eternidad agradeciéndote por las innumerables almas que salvaste.
¡Cuál podría ser una mayor razón para tener adoración perpetua que esta quinta gracia de salvación!
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

viernes, 26 de noviembre de 2010

14 - HERENCIA


Solemnidad de Cristo Rey,
22 de noviembre de 1993

Querido padre Tomás:
En un vuelo vi una película que me hizo acordar de la solemnidad de hoy. ¿Has visto "Un príncipe en Nueva York" ("Coming to America")? Eddie Murphy hace el papel de un príncipe africano a punto de convertirse en rey. Todas las mujeres quieren casarse con él por su riqueza. Pero él desea encontrar a alguien que lo quiera por sí mismo.
Entonces viene a América donde la gente no lo conoce. Se viste sencillamente, sin la majestuosa vestimenta de un príncipe para que nadie sepa lo rico que es. Consigue trabajo en McDonalds y vive en el lugar más pobre de Harlem en Nueva York.
Para encontrar el amor verdadero se convierte en lo que se llama "un pobre sucio, Con esa apariencia pobre y humilde, conoce en una iglesia a una joven muy atractiva. Se atraen, salen y se enamoran.
Ella acepta su propuesta matrimonial y se asombra al descubrir que él es un príncipe disfrazado. El casamiento la convierte en princesa y en la mujer más rica del mundo.
¡Qué historia estupenda! Pero ¿sabes una cosa, Tomás? Esta es la real historia de amor de Jesús en el Santísimo Sacramento. El es el Rey buscando quien lo quiera por sí mismo.
En el Santísimo Sacramento se viste sencillamente, oculta su gloria. Viene humildemente hacia nosotros como "el Pan Vivo bajado del cielo". Es tan profundo su anhelo de ser amado por sí mismo, que se muestra más pobre que cualquier ser humano de la tierra.
Es el Rey con un corazón romántico merecedor de nuestro amor por todo lo que ha hecho por nuestra salvación. Esto es la adoración perpetua, proclamar a Jesús Rey dándole el honor y la gloria que le corresponde.
Por la adoración perpetua una parroquia da al Rey todo el amor que verdaderamente se merece. Por eso la liturgia de Cristo Rey empieza con esta oración:
"Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor" (Ap 5, 12).
La adoración perpetua es el romance divino entre Jesús y su pueblo. Es decirle "sí" a su propuesta matrimonial. Todo lo que Él quiere es nuestro amor. "Porque yo quiero amor, no sacrificios" (Os. 6,6). Entonces ¡Él nos sorprenderá con la herencia de su Reino!
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

jueves, 25 de noviembre de 2010

15 - ROSAS EN LA NIEVE

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe,
12 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:
Pocas ventajas hay cuando se es presidente de algo, casi sólo gran cantidad de arduo trabajo. A veces, sin embargo, hay beneficios. Como presidente de la Fundación Guadalupe, me dieron un pasaje gratis a México.
Te estoy escribiendo desde el Santuario. Es magnífico. Durante mi hora santa estuve pensando si es más valiosa la visita que Nuestra Señora le hizo a Juan Diego o una hora santa ante Jesús en el Santísimo Sacramento.
Las rosas florecieron en la nieve. La imagen de Nuestra Santa Madre se imprimió en un pobre poncho que se ha conservado por siglos. Los científicos no pueden descifrar cómo fue que se imprimió esa imagen en la tilma. Ella es la mujer vestida del sol que es el símbolo de su Hijo Eucarístico. Dos corazones que laten al unísono.
Veamos su pedido al obispo. "Construir una capilla". ¿Quién está en la capilla? ¡Su Hijo Eucarístico! María lleva a todos sus hijos a la Eucaristía.
La belleza de Guadalupe está siempre durante nuestra hora santa de oración. No importa cuán fríos estén nuestros corazones, las rosas de santidad florecen. La fragancia de la santidad perdurará para toda la eternidad. Cada momento que pasamos en su presencia, brotamos, crecemos y florecemos como las rosas en la nieve.
Y con cada hora santa, una nueva y especial imagen se imprime indeleblemente en nuestra alma, mucho más linda que aquella del Santuario a la que gente de todo el mundo acude y admira su belleza con tanto asombro.
Después de cada hora santa en presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, querido Tomás, todos los ángeles del cielo miran extasiados la imagen impresa en tu alma.
Así como Juan Diego tuvo que esperar hasta estar ante el obispo para darse cuenta de la linda e invalorable imagen que traía, así también nosotros tendremos que esperar. Al igual que Juan Diego que se sorprendió al abrir su tilma para mostrarle al obispo las rosas, nosotros quedaremos pasmados eternamente al ver el efecto de una sola hora santa de oración.
Por eso Pablo VI señala en Misterium Fidei que una sola hora santa ante Jesús Sacramentado, nos da "una dignidad, incomparable".
La gente busca la dignidad en la posición social, la seguridad económica, la popularidad o en la cantidad de títulos académicos.
Hay una canción que dice: "todos buscan el amor en los lugares equivocados" ("looking for love in all the wrong places").
La dignidad se encuentra en la presencia del Señor que nos eleva más y más hacia Él. La altura y el prestigio de nuestra verdadera dignidad se halla en el grado de unión que tenemos con Cristo en el Santísimo Sacramento.
Por eso tengo en mi oficina una imagen de tamaño natural de Nuestra Señora de Guadalupe, para recordar dónde reside mi verdadera dignidad.
Barth Bracy es un americano que hace poco vino a mi despacho con su amigo Miguel. Hace un par de años, un laico muy santo llamado Dan Lynch llevó a la casa de Barth, a pedido de su madre Lynda, una imagen peregrina de Nuestra Señora de Guadalupe. A Barth le imresionó mucho y le ayudó a cambiar su vida. Entró en el seminario para ordenarse sacerdote de los Misioneros del Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

Respuesta a un seminarista...


Muchas gracias por tu mensaje otra vez, y muchas gracias por tu pregunta, no es ningún atrevimiento, y de hecho no te preocupes, si alguna vez tenes que "molestar" a un sacerdote, porque el sacerdote no se pertenece, lo tenga claro el cura, o no... y ojalá vos el día de mañana vivas así tu ministerio sacerdotal, dispuesto a que te "molesten" todo el tiempo y por todos lados. Porque... ¿sabés qué? cuando a un cura lo "molestan" mucho, es MUY BUENA SEÑAL! porque es señal que Dios le confía a sus hijos, un don inapreciable.
Pero ante la pregunta que hacés sobre el sufrimiento de la soledad sacerdotal, vuelvo a decirte lo mismo que en el mail anterior: HORA SANTA TODOS LOS DÍAS. Te aseguro que nada es más importante que eso. Hoy te parecerá más importante la época de exámenes... pero no! es un engaño, NO ES MAS IMPORTANTE. Mañana te pueden parecer más importantes tal o cual actividad apostólica, tal o cual obra de misericordia, o reunión pastoral... lo que sea. Pero NO. NADA ES MAS IMPORTANTE. Si ADORAS la EUCARISTÍA una hora por día vas a experimentas INFINITAS GRACIAS en tu ministerio.
No tengas miedo a sufrir, ni la soledad ni nada. Sólo tené miedo a alejarte de Cristo. El sufrimiento siempre es fuente de gracia si es vivido en Cristo y con amor. Sí o sí vas a sufrir, y mucho más como sacerdote. Te acordarás de la carta de Mamá Margarita a su hijo San Juan Bosco el día de su ordenación: "comienzas a decir Misa, prepárate para sufrir..."
Ahora bien, la Eucaristía es la SUPREMA COMPAÑÍA... Cómo sentirte solo?! Te aseguro y pongo a Dios por testigo que si Cristo te da la gracia de la Hora Santa diaria, JAMAS sentirás el desconcierto, la angustia, el cansancio, la tristeza o la mala soledad (porque hay una soledad que es la buena, la necesaria). Si te dan la gracia de la HORA SANTA vas a ver que hasta la cruces (que habrán, y MUCHAS) son fuente de una PAZ indecible.
No tengas miedo a NADA, sólo tene miedo de alejarte de Dios: PORQUE SÓLO DIOS LLENA EL ALMA Y LA LLENA TODA!!!
Te digo lo mismo, otra vez: NUNCA, POR NADA DEL MUNDO DEJES LA HORA SANTA EUCARÍSTICA CADA DÍA DE TU VIDA.
De verdad que le pido al Espíritu Santo que te encienda el corazón de amor eucarístico y que te convenza de todo aquello que mis pobres palabras no saben decir...
Te mando un gran abrazo en el Corazón Eucarístico de Jesús.
+ DIOS TE BENDIGA
o santos... o NADA!

jueves, 18 de noviembre de 2010

16 - INTIMIDAD


Navidad,
25 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:
¡Feliz Navidad! Noche de Paz, noche de amor, todo duerme en derredor… brilla anunciando al niñito Jesús. Este inspirado himno se escribió en una iglesia rural de Alemania, hace cien años cuando se le rompió el órgano.
“El párroco de esta pequeña iglesia dijo que sin órgano la Navidad iba a ser una "noche de silencio, una Noche de Paz". Entonces, para la misa de medianoche, el organista compondría una melodía, el sacerdote escribiría la letra y el coro cantaría las suaves alabanzas de un nuevo himno.
Con esta intención se compuso el himno: algo sencillo, cantado una sola vez y olvidado. Después de Nochebuena, una tormenta de nieve impidió que llegara el hombre que arreglaría el órgano hasta la primavera, cuando la nieve se hubo derretido. Al terminar de arreglarlo, encontró sobre el órgano esta partitura olvidada aquella noche de Navidad. La tomó y se la llevó consigo a Munich. El resto es historia. "Noche de Paz" ha sido escuchada desde entonces. Sus suaves acordes de amor y de paz, han llegado a millones y millones, transformando la vida de innumerables personas.
Lo mismo sucede con una sola hora santa. La dejamos en la capilla, como esa partitura de "Noche de Paz" y Dios transforma nuestra hora de oración en un caudal de gracias infinitas para su pueblo. La gracia de Dios obtenida en una sola hora santa transforma más corazones que toda la gente que lo ha hecho con 'Noche de Paz'. Por una sola hora santa, las gracias de Dios se oirán en el mundo hasta el fin de los tiempos y por toda la eternidad, por el aprecio divino que Dios tiene por aquellos que aman a su Hijo en el Santísimo Sacramento.
Dios Padre estará eternamente agradeciéndote y amándote en el cielo, porque tú has honrado a su Hijo en la tierra, en el Santísimo Sacramento que es la continuación de la Encarnación de Jesús.
Cuando visitamos al Santísimo Sacramento, encontramos la misma humildad y ternura que los pastores encontraron cuando visitaron al "niño acostado en el pesebre" (Lc 2,16). El hambre en el corazón de Dios por el hombre, se expresa con la humildad de estas dos palabras, Niño Jesús.
¡Cuán grande es el deseo de Dios por tener profunda intimidad con el hombre! Jesús vino como un bebé porque nunca nadie les ha tenido miedo de acercarse a ellos. Se ama a un bebé porque es indefenso. Un bebé pidiendo amor con sus bracitos abiertos, es irresistible.
La Hostia Sagrada personifica la ternura divina de la Encarnación. Tan manso y humilde, tan adorable y tan pequeñito y vulnerable, el Santísimo Sacramento es Jesús diciendo "Venid a mí... que soy manso y humilde de corazón..." (Mt 11,28-29).
Sólo los humildes oyen su voz. Sólo aquellos con corazón de niño, buscan su Corazón en el Santísimo Sacramento. Por eso Jesús dice: "Dejad que los niños vengan a mi, no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios" (Mc 10,14).
En aquel tiempo, los apóstoles desanimaban a los niños a acercarse a Jesús, así como ahora algunos sacerdotes desaniman a la gente a acercarse al Santísimo Sacramento, a la Exposición o a la adoración perpetua.
Esto me recuerda una película llamada 'El Niño de Oro" ("Golden Child"). El destino del niño era la salvación del mundo, ya que todo lo que él tocaba se curaba y quedaba sano. El diablo lo encierra en una jaula y lo aleja de la gente. La misión consistía en liberar al niño.
San José tuvo que proteger al Niño Jesús con la huída a Egipto. Un Herodes furioso había ordenado una masacre (Mt 2,16). El Papa compara esto con el aborto de la vida humana. Pero también existe el aborto de la vida divina. Aquellos que destruyen la adoración, aíslan a los fieles del torrente de la vida divina.
En el Congreso Eucarístico de Sevilla, España, meditando sobre los escritos del obispo Manuel González, el Santo Padre hizo una exhortación a la adoración perpetua en todas las parroquias del mundo entero.
El obispo González inspiró al obispo Félix Zafra y éste a los Misioneros del Santísimo Sacramento.
El obispo González compara la visita al Santísimo Sacramento, con el acercamiento a la cálida luz del sol, con el beber de agua fresca en una fuente que da vida y con el ensimismamiento por la dulce fragancia de una flor. Pero el sol, la fuente y la flor no tienen corazón y si no se entristecen no nos acercamos a ellos.
El Corazón de Jesús sí se entristece si lo dejamos solo porque Su Corazón es el más sensible y tierno de todos los corazones. "Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor; y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia Él y le daba de comer" (Os 11,4).
Como la estrella sobre Belén, el Papa señaló al Santísimo Sacramento como el remedio "que cura" todos nuestros males tanto en la Iglesia como en el mundo. La solución a toda confusión y promiscuidad en el mundo es la intimidad con Jesús en el Santísimo Sacramento. Eludir su llamado a esta intimidad causa toda la promiscuidad.
Esta noche en la misa de medianoche, Joseph Skelton, Keith Poupard, George Wilson y Lou Verroi cantaron "Más cerca, oh Dios de Ti" ("Just a closer walk with Thee"). Y es así de simple. La prolongación de la Encarnación de Cristo en el Santísimo Sacramento es Jesús mismo que viene íntimamente a nuestro lado para que podamos acercarnos más íntimamente a Él.
"Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en el'. Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos" (Mc 10,15-16).
Esto es adoración perpetua Tomás. El Santísimo Sacramento es Emmanuel, “Dios con nosotros”, que se “rebajó” con infinita humildad y amor para continuar abrazando, bendiciendo y curando a todos sus hijos hoy, así como lo hizo en el tiempo del Evangelio.
La Iglesia nunca pretendió ser tan excesivamente institucional, burocrática o legalista, sino más bien cálida, personal e íntima. La gente es atraída por lo amigable y adorable. La adoración perpetua es una puerta siempre abierta. Es un signo de los brazos abiertos de Cristo en el Santísimo Sacramento, siempre invitando, dando la bienvenida y abrazando a cada uno de los que se acercan a Él. Una puerta siempre abierta hacia los brazos extendidos de Cristo que espera y transmite a todos un sentido de pertenencia personal. Una puerta siempre abierta irradiando la luz del Amor Divino en la custodia, define el verdadero significado de la Encarnación.
En el Santísimo Sacramento el Verbo se hace carne y habita entre nosotros. Así como vemos al niño acostado en el pesebre, así también podemos ver en la Sagrada Hostia la misma "gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1,14)
Por eso la Madre Teresa decía que cuando miramos a la Sagrada Hostia vemos cuánto Jesús nos quiere AHORA. Es su Amor eterno por ti. Este Amor nos dice "confiadle todas vuestras preocupaciones, pues Él cuida de vosotros" (1 P 5,7).
Con plena confianza deposita todos tus temores y ansiedades en su Corazón y a cambio recibirás su paz. El sonido de su amor permanente es lo único que Él quiere que oigas en tu mente y en tu corazón. Cada hora santa debería ser como esta canción "esta noche hay por todas partes un cierto silencio. Por eso escucha con mucha atención, acércate y verás lo que te quiero decir. No es un sueño. Lo único que oirás es un susurro al oído, TE AMO por siempre jamás" ("There is a kind of hush, all over...").
Por el Amor permanente de Jesús en el Santísimo Sacramento podemos decir: "Noche de paz, noche de amor, todo es calma, todo brilla en derredor, duerme la paz celestial".
Por este amor permanente debemos estar tan entusiasmados de tener una capilla de adoración perpetua, así como lo estuvo el ángel al proclamar la buena noticia del nacimiento de Jesús en Belén, la primera capilla de adoración perpetua.
Querido Tomás, sé ese ángel, ese mensajero. Dile a la gente con esa misma alegría que tu parroquia tendrá adoración perpetua en donde el mismo Jesús nacido en Belén los estará esperando con los brazos abiertos. "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo" (Lc 2,10).
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

miércoles, 17 de noviembre de 2010

17 - SEGURIDAD


Fiesta de San Juan Apóstol,
27 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:
Un día de invierno en Nueva Inglaterra, dos amigos míos, Bruce y Maureen Smith, me llevaban en su auto al aeropuerto. Mirábamos por la ventana dudando si el avión podría despegar. Era un día oscuro, gris, nublado y tan frío que granizaba.
El avión finalmente despegó y en pocos segundos se elevó sobre las nubes. La escena era sorprendente. Se podían ver filas y filas de nubes blancas, onduladas, matizadas con resplandores de un sol dorado.
Esto, pensé, debería ser cada hora santa. "Yo soy la Luz del Mundo" (Jn 8,12). Jesús es la luz. El Santísimo Sacramento es Jesús. El Santísimo Sacramento es la Luz del mundo. Los pensamientos negativos y depresivos vienen de de su adversario.
Cada momento que se pasa en su presencia, debería influenciar y cambiar nuestra mente hacia lo positivo. El amor es positivo. "Dios es amor" (1 jn 4,8). Jesús es Dios, por lo tanto, el Santísimo Sacramento es Amor. El poder de este amor está por encima de todo. Como el avión, el pensamiento nos lleva de lo oscuro, frío y nublado, a la cálida, despejada luz del amor positivo.
Muy frecuentemente oímos decir que esta o aquella persona es "insegura". Todos somos inseguros. Pero podemos encontrar nuestra seguridad en la profundidad de su amor Eucarístico.
Esta es la lección de la fiesta de hoy. San Juan se vio a sí mismo como "el que Jesús amaba" y se recostó en su Corazón. En la primera Eucaristía, Juan "se recostó sobre el pecho de Jesús" (Jn 13,23).
Así conseguimos nuestra seguridad, recostándonos sobre el Corazón de Cristo. Cuando nos apoyamos en nosotros mismos, nos encontramos en la oscuridad de nuestra naturaleza humana caída y por consiguiente somos inseguros.
Apoyándonos sobre el Corazón de Cristo es vernos a la luz de su amor Eucarístico. Una sola gota de agua tiene todo el derecho de sentirse insegura. Esa misma gota de agua puesta en el cáliz del vino que se convierte en la preciosísima Sangre de Jesús tiene un valor infinito.
Separados de su amor, no somos nada y nos sentirnos inseguros. Unidos a su Corazón tenemos el valor infinito de la gota de agua que se convierte en vino y que se transubstancia en la preciosísima Sangre de Jesús.
La soberbia nos aleja de Cristo. La humildad nos muestra nuestro valor infinito en Cristo, redimidos por su Sangre y protegidos por su Amor. Entonces estamos muy seguros.
No es que Jesús amaba más a Juan sino que Juan estaba más receptivo al amor personal que Jesús le tenía. Por eso se vio como "aquel a quien Jesús amaba". Él conocía, valoraba y estaba abierto al amor personal de Jesús. En Redemptor Hominis, nuestro Santo Padre nos dice que esto es lo que debemos hacer.
Para que nuestro amor sea completo, Juan Pablo II afirma que nuestro amor personal por Jesús en el Santísimo Sacramento debe ir junto a nuestro amor comunitario por Jesús en la Santa Misa.
Continúa diciendo que "El empeño esencial... es el perseverar y avanzar constantemente en la vida eucarística, en la piedad eucarística; el desarrollo espiritual en el clima de la Eucaristía".
Así como uno no puede estar expuesto al sol sin recibir sus rayos, tampoco podríamos estar en la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, sin recibir sus rayos divinos y crecer espiritualmente a la luz de su amor. Una hora santa es recostarse sobre el Corazón de Jesús. Es una lección del Maestro que nos dice que cada uno de nosotros es "aquel a quien Jesús ama".
Por eso, todo católico debería decirle con vehemencia a todo evangélico y fundamentalista: "Yo tengo una relación personal con Jesús, mi Salvador".
¿Cómo puede uno desarrollar una relación personal con alguien que no está presente? El Santísimo Sacramento es Jesús en persona. "Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor" (Jn. 12,26).
Una larga fila de buenos servidores como Juan, el apóstol amado, lo siguen donde Él esté, en el Santísimo Sacramento.
El Papa Juan XXIII, en su autobiografía El Diario de un Alma, declara que su objetivo era hacer frecuentes visitas al Santísimo Sacramento, donde encontraba seguridad. Esto lo convirtió en el Papa alegre que el mundo llegó a amar.
El Papa Juan Pablo I encontró su seguridad en la presencia del Santísimo Sacramento, donde prefería estar en lugar de recibir los aplausos y las alabanzas del mundo. Cuando le preguntaban por qué sonreía tanto, él contestaba: "Porque Jesús en el Santísimo Sacramento me ama mucho".
El Papa Juan Pablo II hacía dos horas santas diarias y según un cardenal muy allegado a él, hacía por lo menos veinte visitas al Santísimo Sacramento por día.El obispo John Magee, de Clone, Irlanda, único en la historia que ha sido secretario de tres papas, estableció la adoración perpetua en la mayoría de las parroquias de su diócesis y las vocaciones se triplicaron en los últimos tres años. Su hermano Cahil Magee también difunde la adoración perpetua por toda Irlanda, donde hay más de cien parroquias con adoración perpetua.
San Juan Neumann propuso la devoción de las cuarenta horas a los sacerdotes de Filadelfia. La idea fue rechazada porque se pensó que sería demasiado peligroso debido a los “no-nada" ("no-nothings"), un grupo de hombres que aterrorizaban a cualquier inmigrante de Europa. Pensaban que seria demasiado peligroso en las horas de la noche.
Una semana después de la presentación, se originó un incendio en la casa del obispo. Se quemó toda su oficina y su contenido excepto un par de hojas que quedaron intactas en el suelo.
El obispo las miró maravillado. Eran su diagrama para la devoción de las cuarenta horas. Después Jesús le reveló: "Si yo puedo salvar un par de papeles sin valor de la furia del fuego, cuánto más protegeré a la gente que venga a adorarme en el Santísimo Sacramento". Tan pronto como la devoción de las cuarenta horas empezó a difundirse, los "no-nada" se desbandaron.
El padre John Randell recibió el mismo mensaje del Señor mientras hacia su hora santa frente al Santísimo Sacramento. Abrió la Biblia en Ageo y Zacarías y leyó estas palabras: "Cuando estés celoso de mi gloria en el santuario, entonces haré que las calles sean seguras para mi pueblo". El padre John interpretó el "celo" como adoración perpetua. Estaba en una zona plagada de crímenes en el centro de Providence, Rhode Island. La gente se mudaba de la parroquia porque no era un lugar seguro. El obispo pensaba cerrar la parroquia cuando el padre John recibió este mensaje. Ahora es una floreciente parroquia y el vecindario se ha convertido en un lugar seguro gracia,s a la adoración perpetua.
El testimonio del padre John movió al obispo Profugio de Lucena a hacer lo mismo. Él ha dado testimonio de que la adoración perpetua salvó a su diócesis del comunismo que amenazaba con destruirla.
John Mackenzie, lo primero que hace cada mañana cuando se despierta, es agradecer a Jesús por el amor personal que le tiene en el Santísimo Sacramento y por llamarlo a Manila a estudiar para ser Misionero del Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

martes, 16 de noviembre de 2010

18 - EN PRESENCIA DE LA GRANDEZA

Memoria de Santo Tomás de Aquino,
28 de enero de 1994

Querido padre Tomás:
¡Cómo me encanta Santo Tomás de Aquino! Era tan grande de cuerpo como de espíritu. En otras palabras ¡era bien gordo! Algunos dicen que soy el Santa Claus de Filipinas. Realmente no sé si por mi sonrisa, mi carcajada o mi peso. De cualquier forma, si yo soy el Santa Claus de Filipinas, Santo Tomás fue el Santa Claus de Italia.
Los historiadores cuentan que un carpintero tuvo que recortar un pedazo de la mesa para que él se pudiera sentar. Era tan grande que no tenía suficiente espacio entre la mesa y el banco para sentarse a comer. Creo que deberíamos nombrarlo patrono de los que vivimos a dieta tratando de adelgazar.
Algunos se preguntan qué diría Santo Tomás si pudiera volver y visitar nuestros seminarios. Fue la persona más inteligente en la historia de la Iglesia. Durante siglos su teología y filosofía escolástica se enseñaron en todos nuestros seminarios. Ahora su nombre ni siquiera se menciona.
Si volviera, creo que no le importaría que lo hayan olvidado. El mismo, hace muchos años, lo dijo bien claro. Antes de morir dijo que había aprendido más sobre Jesús en una hora santa ante el Santísimo Sacramento que en todos los libros que había leído. Descubrió más sobre su Amor estando en su presencia real, que en todo lo que había escrito. Todo lo que había escrito y dicho era tan insignificante como la paja, en comparación con el valor de un solo encuentro personal con Jesús en el Santísimo Sacramento.
La teología es el estudio de Dios. La oración ante el Santísimo Sacramento nos da el conocimiento de Dios mismo. La primera es el estudio académico del amor. La segunda es la cálida experiencia del Amor personificado. Una es un libro acerca de la persona y la otra es esa persona diciéndonos directamente todo sobre sí misma.
En Houston, Texas, está la Universidad de Santo Tomás regenteada por los religiosos de la regla de San Basilio, que enseña filosofía y teología tomística. En Texas también hay un hombre famoso que es una leyenda del golf, Ben Hogan, tal vez el mejor golfista que se conozca. Jugó entre los años 30, 40 y 50. Una noche, cuando Ben Hogan regresaba de un campeonato, tuvo un terrible accidente automovilístico. Chocó de frente contra otro auto y casi muere. Los médicos dijeron que nunca más volvería a caminar. Pero por su gran determinación aprendió a caminar nuevamente y ganó cuatro campeonatos abiertos de los Estados Unidos y otras tres competencias mayores.
Para un amigo norteamericano que creció en Texas y jugaba golf, Ben Hogan era su héroe. Había leído todos los libros sobre su vida, su época y todo su material de instrucción.
Finalmente un día ocurrió lo que anhelaba. Estando en Fort Worth, Texas, en un viaje de negocios, lo invitaron a almorzar al Colonial Country Club. ¡Allí conoció a Ben Hogan en persona, en junio de 1991, casi cuarenta años después que había oído hablar por primera vez de él! Ahora estaba sentado junto al "Maestro" escuchando sus palabras, muy impresionado de poder admirar personalmente su grandeza.
Mi amigo no podía dejar de contarle a quien se encontrara, amigos o extraños le daba igual, que había conocido a Ben Hogan. Les hablaba 45 minutos contando lo que él había hablado con Ben Hogan personalmente.
Y nosotros ¿no deberíamos sentirnos igualmente emocionados de poder estar con el mismo Jesús en el Santísimo Sacramento? Piensa Tomás ¿No era esto de lo que hablaba el doctor Angélico? Mi amigo había leído y oído todo sobre Ben Hogan, pero eso no se podía comparar con un solo momento en su compañía.
¿No deberíamos asombrarnos de estar en presencia de la grandeza de cada instante que pasamos ante el Santísimo Sacramento? Él es el Maestro, el Señor, el Creador del Universo. Santo Tomás en su teología explica por qué la valoración de la Sagrada Eucaristía ha disminuído y por qué tomamos a la ligera la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento. El santo escolástico habla de la relación inseparable entre consumir y adorar: entre la comunión de la Sagrada Eucaristía y la adoración del Santísimo Sacramento. Añade que si no adoramos lo que recibimos, perdemos de vista el valor y la apreciación de lo que consumimos.
En otras palabras, la Eucaristía no es una cosa sino una persona. Si no nos hacemos tiempo para mantener una relación personal con Jesús en el Santísimo Sacramento, perdemos de vista la amorosa persona de Jesús en el Santísimo Sacramento y la Sagrada Eucaristía perderá su valor ante nuestros ojos.
Santo Tomás pasaba hora tras hora en profunda adoración del Santísimo Sacramento. Por su amor al Santísimo Sacramento se le llama el Doctor Angélico. Su amor por Jesús en la Eucaristía fue lo que le inspiró a componer los himnos para la Bendición como Tantum Ergo Sacramentum, “Tan grande sacramento veneremos…”
El tema de estos himnos es la capacidad de nuestra fe de ir más allá de los sentidos y comprender la realidad de la presencia de Dios en el Santísimo Sacramento.
En Santo Tomás estudié filosofía y teología. Por eso lo considero uno de mis santos patronos.
Recemos, querido Tomás, para que cada sacerdote sienta tanto amor por la Sagrada Eucaristía como Santo Tomás de Aquino. Que todo sacerdote pueda emocionarse tanto ante el Santísimo Sacramento, Jesús en persona con nosotros, como mi amigo de Texas estuvo cuando conoció a Ben Hogan. Podríamos convertir el mundo entero al catolicismo si estalláramos de entusiasmo, diciéndoles a todos que ¡Jesús está realmente aquí en persona!
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

19 - VISIÓN EUCARÍSTICA

Memoria de San Juan Bosco,
31 de enero de 1994

Querido padre Tomás:
Quiero agradecerte tu labor por la juventud. Por favor, exprésale mi gratitud a toda la comunidad DISCÍPULOS DE MARÍA por su dedicación a la juventud.
La visita del Papa a Filipinas, el próximo año, será una gran ayuda para tu tarea pastoral. Cuando el Santo Padre fue a Corea, le dijo a los jóvenes que encontrarían su identidad en la Eucaristía.
El Santísimo Sacramento es como un espejo. Mirando a la hostia consagrada vemos el Amor constante de Cristo hacia nosotros.
Por eso San Juan Bosco llevaba a los jóvenes al Santísimo Sacramento y es el campeón de la juventud. Le enseñó al joven Domingo Savio a amar al Santísimo Sacramento y Domingo también llegó a ser santo.
La juventud necesita saber que Jesús es la persona más fácil de tratar . Sin lugar a duda, es la persona del mundo más fácil de complacer.
El gran obispo Fulton Sheen pasó por un período de aridez espiritual en el que se le hacía muy difícil rezar. Se sentaba en la capilla sin decirle una sola palabra a Jesús. Se sentía muy desalentado porque pensaba que sus horas santas no eran agradables a Jesús.
De repente el obispo se dio cuenta que su perrito tampoco podía hablar. Cuando él se sentaba a leer el diario, su perro también se echaba cerca para hacerle compañía. Estando a su lado, el perro acompañaba al obispo y lo hacía muy feliz.
El obispo recibió una revelación de Dios: era un gran consuelo y muy agradable al Salvador por sólo estar ahí con Él en el Santísimo Sacramento, aunque, como su perrito, no le dijera nada a Jesús mientras permanecía junto a Él.
Me encanta esta historia Tomás, porque como sabes, yo también tengo un perrito. Y como para mí es un gran consuelo, lo llamo "Amigo". También me encanta esta historia porque algo parecido le ocurrió a un sacerdote amigo mío cuando yo era párroco en San Miguel.
Mi amigo estaba haciendo su hora santa en nuestra capilla de adoración perpetua, un día terriblemente caluroso. Se sentía tan cansado y agobiado por el calor que no podía rezar. El solo hecho de estar allí, era un gran esfuerzo. Cuando se preguntaba si esa hora tendría algún valor, entró un gatito blanco porque alguien había dejado la puerta abierta. Pensó cuanto odiaba a los gatos.
Observó como el gatito pasaba por todos los bancos hasta llegar a donde mi amigo estaba sentado. El gatito lo miró, puso su cabeza sobre su zapato como si fuera su almohada y se acostó a dormir.
Mi amigo se conmovió. El gatito había elegido descansar sobre su zapato. Más tarde mi amigo escuchó una revelación tan fuerte como las campanas de la iglesia en domingo: si uno que odia a los gatos estaba tan contento porque un gatito eligió estar con él, cuánto más encantado estará Jesús cuando elegimos estar con Él, que nos ama infinitamente.
Mi amigo, como el obispo Sheen, nunca más se desanimó por no poder rezar. Solo el estar allí es una oración de fe; es creer realmente que Jesús está allí. Es una oración de amor porque uno elige estar con aquellos a los que uno quiere, con los que uno verdaderamente ama.
Jesús permanece día y noche en el Santísimo Sacramento por amor a ti, porque para Él tú eres la persona más importante en el mundo. Todo lo que pide es que tú, querido Tomás, reserves una hora diaria para Él.
El punto más importante de cada retiro o sermón predicado por el obispo Sheen era alentar a todos a que se esforzaran a hacer una hora santa diaria.
Antes de morir lo entrevistaron en la televisión. Le preguntaron quién lo había inspirado: ¿un papa, un cardenal, un obispo, un sacerdote o quizás una monja? Él contestó que no. Quien lo había inspirado a hacer una hora santa por día había sido una jovencita. Cuando los comunistas se apoderaron de China, entraron a una iglesia, arrestaron al sacerdote y lo encarcelaron en su propia casa. Luego fueron a la iglesia, destrozaron el sagrario, tiraron las hostias consagradas por el piso y se marcharon.
Pero no vieron a una niña que estaba de rodillas en oración. Era tan menuda que no la notaron. Por la noche ella volvió en silencio, sigilosamente pasó la guardia en la casa del sacerdote antes de entrar en la oscura y fría iglesia.
Allí rezó de rodillas una hora antes de recibir a su Dios y Señor en la Santa Comunión. En aquella época, la Comunión se daba en la boca y sólo una vez por día. Por eso la niñita volvía todas las noches hasta que todas las hostias sagradas fueron consumidas. De rodillas se agachaba en el suelo y recibía a Jesús con la lengua. El párroco la veía todas las noches desde su ventana, por la luz de la luna.
El sacerdote sabía exactamente cuántas hostias había en el copón porque las había contado y consagrado. En la trigésimo sexta noche, cuando la última hostia había sido consumida, los guardias descubrieron a la niña cuando se estaba retirando. La apresaron y la mataron a golpes.
El sacerdote sobrevivió para contar la historia. El obispo Sheen la escuchó cuando era seminarista y prometió a Dios hacer una hora santa durante todos los días de su vida sacerdotal, promesa que cumplió hasta su muerte a la edad de ochenta y dos años. Para ese entonces había inspirado a innumerable cantidad obispos y sacerdotes a hacer lo mismo. Pero pocos conocen la historia de la joven que lo inspiró.
Te cuento esta historia, Tomás, porque el idealismo es la virtud del joven de corazón. Tú has dedicado tu sacerdocio a llevar a la juventud del mundo a Cristo. Yo quisiera agregar: a Cristo en el Santísimo Sacramento.
Esto es lo que Frank Feain ha hecho con tanto éxito en Australia, en la Comunidad Santo Espíritu de Libertad. Un joven inglés está tratando de hacer lo mismo en ese país como el Santo Padre pide.
San Juan Bosco tuvo en un sueño una visión de la Iglesia representada por un barco a punto de naufragar. Por todos lados la atacaban sus enemigos, tratando de hundirla. Pero ve que el Papa guía a la Iglesia entre dos columnas que emergen del mar. Una columna era la Santísima Madre y la otra era la custodia con el Santísimo Sacramento.
La paz fue restituida y el barco entró a puerto en una forma tan espléndida, que no hay palabras para describirlo. Juan Bosco pensó que era el cielo. La Santísima Madre le dijo que era la tierra, renovada y transformada por el reino Eucarístico de Su Hijo.
Fraternalmente tuyo en su amor Eucarístico,
Mons. Josefino Vicario de Filipinas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

20 - PARA ALGUIEN ESPECIAL


Día de San Valentín,
14 de febrero de 1994

Querido padre Tomás:
Hoy vi algo peculiar sobre el altar durante mi hora santa: una caja de chocolates. Pensé que alguien la había dejado olvidada hasta que leí la tarjeta que tenía: 'Para Jesús, de Ninay, porque tu amor es el más dulce de todos".
Un día Ninay estaba tan ensimismada en el amor de Jesús, que no quería dejar la capilla. Su marido la iba a recoger después de su hora santa, pero Ninay rezó pidiéndole fervientemente a Jesús que la dejase quedar más tiempo. El automóvil de su marido no arrancó y cuando lograron arreglarlo nuestra querida Ninay había pasado seis horas adicionales con el Señor.
Dios Padre no puede rehusarse cuando le pedimos amar cada vez más a su Hijo Jesús en el Santísimo Sacramento. El amor es dulce porque nos hace sentir muy bien. La calidez del amor es lo que realmente hace que uno se sienta especialmente querido. Por eso el amor de Jesús en el Santísimo Sacramento es el más grande y dulce que nuestros corazones puedan jamás conocer.
Su amor te hace la persona más especial e importante del mundo. Cada persona es para Dios irremplazable, nunca antes creada y nunca reproducida. Dios se ve a Sí mismo en nosotros. Dios ve esta única cualidad y especial característica que sólo nosotros poseemos, en cada uno de nosotros. Él haría solamente por ti lo que hizo por todos. Jesús lo haría nuevamente por ti, si eso significara tu salvación.
Así eres de especial para Él. Pero nunca llegarás a saberlo a menos que te acerques a conocerlo en el Santísimo Sacramento. El Santísimo Sacramento es Dios, el enamorado divino diciéndonos cuan infinitamente especiales somos para Él. Dios no nos mandó obsequios o una tarjeta sino a su Hijo único.
"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único... no para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él" (Jn 3,16-17). Dios ama tanto al mundo que por medio del Santísimo Sacramento continúa enviando a su Hijo único, que nos dice que el Padre nos ama tanto como ama a su Hijo (Jn 17,23). En otras palabras, cada uno de nosotros es tan especial para el Padre como Jesús mismo. ¡Qué amor más tierno!
Por eso, en la oración de entrada de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo se exclama: "Y a Él lo sustentaría con la flor del trigo, lo saciaría con la miel de la peña" (Sal 80,17). La miel que mana de la "peña" es el dulce amor divino de Jesús que mana de su Corazón en el Santísimo Sacramento. Sólo un corazón herido puede apreciar esta dulzura. Sólo un corazón humillado puede reconocerlo. Sólo un corazón de niño puede amarlo. Por eso Dios permite el sufrimiento en nuestra vida. Es la medicina que nos cura la soberbia. Sólo cuando nuestro corazón está herido, aplastado, derrotado, humillado o sufriendo de cualquier manera, podemos experimentar la dulzura de su amor. Porque Él es el más abatido de todos. Una lanza abrió el costado de Jesús para que de su Corazón herido pudiera brotar la dulzura de su Amor Divino sobre todos los que se acercan a Él en el Santísimo Sacramento. Por eso proclamamos en la bendición: "Nos diste, Señor, el Pan del cielo... que en sí contiene todas las delicias".
Cuando estuve en México, vi unos niños jugando a la “piñata”. Con los ojos tapados, golpeaban un objeto hasta que lograban romperlo. Así caían todos los caramelos que contenía y que los chicos comían hasta saciarse.
Al Corazón destrozado de Jesús en el Santísimo Sacramento se acercan todos los corazones destrozados del mundo. La dulzura de su Amor es bálsamo y consuelo para las amarguras de la vida y sus rechazos dolorosos. Porque Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón, Él salva a los espíritus hundidos" (Sal 34,19).
Esta debe ser la razón por la que los países del tercer mundo reciben la adoración perpetua con más entusiasmo que las naciones opulentas. El padre Lorenzo Guerrero S.J. tuvo un sueño en el que vio a Filipinas de noche, a mucha distancia de la tierra. La vista era magnífica, con luces chiquititas en el centro de pequeños corazones que iluminaban la Isla entera. Se le reveló en el sueño que esas luces resplandecientes eran las gracias que salían de las muchas capillas de adoración perpetua.
El padre Martín llegó a Filipinas en 1986 justo antes de la revolución EDSA. Howard Dee, un gran amigo del Cardenal Sin, tiene especial predilección por la Eucaristía y gran interés por la adoración perpetua. Por eso invitó al padre Martín. Howard lo llevó al restaurante Josefina, situado en la avenida Roxas. La entrada del restaurante estaba decorada con mil corazoncitos con lucecitas eléctricas en el centro por el día de los enamorados. El padre Martín dijo que esa era la cantidad de capillas de adoración perpetua que Nuestra Señora quería que hubiera en Filipinas. Ella desea que haya mil capillas de adoración perpetua porque Filipinas tiene un lugar especial en su Corazón y en el de Su Hijo. El padre Roger Cortez está trabajando con gran dedicación para lograrlo.
Había una canción que decía: "Lo que el mundo necesita ahora es amor, dulce amor".
El Papa Pablo VI dijo: "El Santísimo Sacramento es el corazón vivo de cada una de nuestras parroquias" (Credo del pueblo de Dios). Cuando pienso en la Iglesia y en el mundo de hoy, creo que tenemos poco poder espiritual, algunos lo creen perdido, pero nosotros lo llamamos apagón parcial. "Y el juicio está en que vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz" (jn 3,19).
Debemos volver a la fuente viva del dulce Amor, el enamorado divino que genera la verdadera luz por la que vemos lo especial que somos. Cuando uno se siente como una basura, trata a los demás como basura. Cuando uno sabe cuán infinitamente especial es, entonces trata a los demás en forma especial. Cuanto más amados nos veamos a la luz del Amor Eucarístico, tanto más nos amaremos unos a otros.
El Santísimo Sacramento es para alguien muy especial. ¡Para Ti! La letra de la canción 'Tan raro" no puede compararse con lo especial que tú eres para Él. Jesús te quiere a ti más que todo el amor que jamás haya existido desde el principio de los tiempos. Su misma presencia dice, "Déjame llamarte amado porque estoy enamorado de ti. Déjame oír tu susurro de que tú también me amas".
Sobre el Santísimo Sacramento se ha escrito: "Enamorarse de Dios es el más grande de todos los romances. Buscarlo, la aventura más grande. Encontrarlo, la conquista humana más importante".
Esta mañana el vicepresidente Salvador Laurel vino a la inauguración de la capilla en la calle Carnation. Es un verdadero héroe de la revolución EDSA y muchos lo consideran como uno de los estadistas más grandes del siglo XX. Dirigiéndose a los Misioneros del Santísimo Sacramento les dijo que necesitábamos otra revolución, una que lleve al mundo entero al Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

21 - COMPASION

San Patricio,
17-3-1994

Querido padre Tomas:
¡Feliz día de San Patricio, patrono de Irlanda! Irlanda es un país de donde han salido grandes misioneros para evangelizado al mundo.
Fue un irlandés quien trajo la adoración perpetua a Filipinas. Hace 9 años invitaron al Cardenal Sin, al Congreso Eucarístico Internacional de Kenya para ser el principal celebrante y predicador en una Misa en honor de Edell Quinn. Ella fue una gran misionera laica que organizó la Legión de María en África. La misa fue celebrada sobre su tumba.
Después de la Misa el Cardenal invitó al padre Martín que fuera a Filipinas para difundir la adoración perpetua. Así es que hoy en día hay más de 500 capillas gracias a la labor de un misionero Irlandés: el padre Martin.
En aquel congreso, el Cardenal empezó su sermón diciendo que cuando era pequeño, su madre entraba a su cuarto y le daba un beso antes que se durmiera. Después del beso, le susurraba en el oído: “Jaime, te quiero mas que a todos los demás”. El Cardenal era uno de sus 11 hijos. Todas las noches su madre hacía lo mismo, hasta que una noche él le pregunto: “Mamá ¿por qué me quieres más que a todos los demás?”. Su respuesta fue: “Porque de todos mis hijos tu eres el mas feito”.
Esto nos parece gracioso pero también nos habla del amor compasivo de Jesús en el Santísimo Sacramento. Un misionero que trabajaba en África como capellán de una prisión, nos demuestra esta compasión. Un día recibió la orden de regresar a su país. Estaba con él durante su última visita a los reclusos, que para la sociedad son hombres miserables.
Concluida la visita, juntos subimos al auto para volver a la parroquia. Puso la llave en el arranque, apoyó la cabeza sobre el volante y empezó a llorar pensando que jamás volvería a ver a esos hombres.
Me pareció ver en él la imagen de Jesús. Como tampoco podía dejarnos, instituyó el Santísimo Sacramento para quedarse con nosotros hasta el fin de los tiempos. Cuanto más feos y más despreciables somos, su Corazón se muestra más tierno y compasivo hacia nosotros. Cuánto más malos nos sentimos, mayor es la alegría que le causamos al humillarnos y al visitarlo en el Santísimo Sacramento. Él, que fue herido, nos cura, pues vino no para los que están sanos sino para los enfermos.
Una bebita enferma en California, consiguió que sus padres invitaran al padre Martín a establecer la adoración perpetua en su parroquia. Estos padres no podían separarse del lado de su recién nacida, Catalina. Nacida muy prematuramente, era tan pequeña que los médicos creyeron que no podría sobrevivir. Sus padres sufrían. Pensaron que así debía sentirse Jesús, en el Santísimo Sacramento, por cada uno de nosotros.
Si ellos sentían tanta compasión por Catalina, cuánto mayor debe ser la compasión de Jesús en el Santísimo Sacramento por nuestra fragilidad y pecado. Por la adoración perpetua, dispensa su amor sanador y sus gracias directamente hacia nosotros.
Más de 100 sacerdotes Irlandeses establecieron la adoración perpetua en sus parroquias de los EE.UU.
Los irlandeses prefieren la muerte antes de renegar de su fe. Esta fe profunda se caracteriza por el amor a la Sagrada Eucaristía y a la Santísima Virgen. Durante el tiempo de la persecución tenían misas en los bosques. Los británicos los mataban si los encontraban. El amor a la Sagrada Eucaristía, todavía inflama la fe de los irlandeses.
No es extraño que nuestra Señora haya elegido Irlanda para el mensaje más Eucarístico de todos. Nada dijo. Ella se apareció y permaneció en silencio con un cordero. Tiempo apocalíptico, tiempo para la Santísima Madre y el Santísimo Sacramento. Ella es Nuestra Señora de Knock.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe.

sábado, 13 de noviembre de 2010

22 - UN LUGAR EN LA POSADA


San José,
19-3-1994

Querido padre Tomás:
Hoy celebramos la solemnidad de San José.
No se dice mucho en la Sagrada Escritura sobre San José. Fue un siervo justo y fiel y una figura silenciosa en la historia de la salvación.
San José me recuerda a una gran cantidad de sacerdotes católicos del mundo actual: justos, fieles y realmente entregados a Dios y al servicio de la Iglesia. No aparecen en los noticieros porque su comportamiento no es escandaloso. Están entregados a sus tareas, cuidando a los fieles en sus parroquias. No se dice, no se escribe sobre lo mucho que hacen por amor a Dios y a su pueblo. A semejanza de San José, trabajan silenciosamente para la gloria de Dios.
Mira a San José como tu modelo. Él representa la madurez apostólica y espiritual. Por madurez quiero decir que estaba dedicado a los intereses de Cristo, anteponiendo el interés de Cristo al suyo propio.
En su amor por Jesús y María, José centró sus pensamientos en las necesidades de ellos más que en las de él. En teoría, todo sacerdote está de acuerdo con esto. Sin embargo, en la práctica, puede ser distinto.
Por ejemplo, pedí a muchos sacerdotes que consideren la posibilidad de establecer la adoración perpetua al Santísimo Sacramento. Algunos alegan que no pueden encontrar un lugar adecuado para eso.
¿No buscó San José un lugar para que Jesús pudiera nacer “porque no había sitio en la posada”? San José buscó hasta encontrar un lugar. Ese lugar en Belén se convirtió en la primera capilla de adoración perpetua donde los pastores de la región, aún estando lejos, se acercaron para adorarlo.
Un sacerdote en cuyo corazón, esta ante todo el interés de Jesús, daría su propio cuarto si fuera necesario, para que el Santísimo Sacramento pudiera ser adorado día y noche.
Conozco tal sacerdote. Se llama Brian Abern y es párroco de la iglesia de San Gerardo en Geraldton, Australia Oeste. El Padre Abern, quería establecer la adoración perpetua en su parroquia, pero no había ningún cuarto disponible que sirviera de capilla.
El Padre Abern hizo lo que hubiera hecho San José. Le dio su cuarto a Jesús. Es una capilla ideal porque tiene una entrada independiente del exterior. Así se mantiene la privacidad de la casa parroquial pues no es necesario pasar por ella para entrar en la capilla. La gente entra por esa puerta que da al exterior, de lo que era el dormitorio del padre Abern. La capilla es lo suficientemente pequeña como para crear un ambiente íntimo, apto para rezar en paz ante el Santísimo Sacramento. Puede mantenerse a temperatura templada durante el frío invierno australiano.
El padre Abern se mudó a otro lugar de la casa. El Señor dice que en la Casa de su Padre hay muchas mansiones. Estoy seguro, que el padre Abern tendrá una mansión muy especial en el cielo por haber dado su dormitorio a Jesús, para que fuera adorado día y noche en el Santísimo Sacramento.
El padre Abern fue recompensado muchas veces.Su capilla de adoración despertó la vocación sacerdotal en Brian Morgan que ahora, ya ordenado dedica su sacerdocio a difundir la adoración perpetua. Su vida ejemplar y su amor a la Eucaristía atrajo a otros seis al sacerdocio. Cinco de ellos están estudiando en San Vicente, Manila, para formar parte de una nueva comunidad de sacerdotes, los Misioneros del Santísimo Sacramento, fundada para difundir la adoración perpetua.
Me consuela ver a tantos sacerdotes filipinos que han hecho lugar en la posada para Nuestro Señor Eucarístico. Ellos también un lugar muy especial en el Cielo. Todos tienen una capilla de adoración perpetua en sus parroquias para que Jesús pueda ser amado y adorado todo el tiempo por su pueblo. Estas capillas de oración permiten que la gente vaya en cualquier momento a estar con Jesús. Te escribo esta carta, querido amigo, para que puedas ser el próximo, el siguiente sacerdote San José que encuentre un lugar en la posada para su Señor.
Fraternalmente tuyo en su Amor Eucarístico, Mons. Pepe.

23 - TESORO ESCONDIDO


Jueves Santo,
31-3-1994

Querido padre Tomás:
El padre Brian Abern concelebró esta noche con nosotros la misa del Jueves Santo. Vino de Australia y Manila para la Semana Santa. Mientras comíamos me contó la historia de Eileen Forth, miembro de su parroquia. Algo similar le sucedió a Ana Lucia y Nancy Laneri.
Eileen dejó la Iglesia Católica para unirse a la iglesia metodista. Decía que Dios no estaba en la Iglesia Católica dado el poco fervor de la gente.
Un día, ella volvió a la iglesia solo para agradecerle al Padre Abern todo lo que había hecho por ella mientras profesaba la fe católica. Como el padre no estaba en la casa parroquial sino en la iglesia preparándose para la misa del Jueves Santo, decidió esperarlo.
Después de la misa, el padre llevó al Santísimo Sacramento en procesión. Cuando pasó por donde Eileen estaba sentada en el fondo de la iglesia, la bendijo con la custodia y ella sintió una ola de amor muy fuerte, imposible de explicar, pero tan suave como una brisa.
Entonces oyó una voz: “Eileen, Yo estoy en Mi Iglesia. Yo estoy aquí realmente presente Santísimo Sacramento. Pero la gente, no me conoce o no me quiere y me dejan solo y abandonado. Ayúdame a renovar mi Iglesia por medio de la adoración perpetua”.
Una noche de Jueves Santo, el Papa Juan Pablo II dijo a la Iglesia, lo mismo, en su primera encíclica “Dominicae Cenae”. En esta carta el Papa dice que “la Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad de la adoración Eucarística”. Llamó a la adoración Eucarística “renovación auténtica” y exclamó que éste fue el principal propósito del Concilio.
Ya Pablo VI, en su encíclica “Misterio de la Fe”, había escrito que su interés pastoral y su preocupación, era evitar que decayera la esperanza del Concilio. La esperanza de “una nueva era de piedad eucarística extendida por toda la Iglesia”.
Pero sucedió que la adoración Eucarística desapareció casi totalmente después del Concilio. Los apóstoles volvieron a dormirse después que Jesús los amonesto: “¿Es que no pueden velar ni siquiera una hora con migo?”. El obispo Fulton Sheen dijo que este fue un pedido que Jesús hizo a sus apóstoles. No fue atendido en aquel momento y hoy tampoco es escuchado por muchos.
¡El Santísimo Sacramento es nuestro tesoro escondido! Ahora está enterrado en el Sagrario, abandonado. Cuando exponemos este tesoro de amor en la adoración perpetua, con la plenitud de las bendiciones y gracias de Dios, ¡la Iglesia entera se renueva!
Fraternalmente tuyo en su amor Eucarístico, Mons. Pepe.

viernes, 12 de noviembre de 2010

24 - REY DE AMOR



Viernes Santo,
1 – 4 – 1994.


Querido padre Tomás:
Cuando el cardenal Sin era halagado, bromeando él relata la historia de la entrada de Jesús en Jerusalén. “Jesús montaba un burro cuando entró en la ciudad. La gente empezó a cantar, mientras desplegaban sus mantos sobre el camino por donde Él debería pasar, recibiéndolo en el nombre de Dios.El pobre burro pensó que todas las alabanzas y ovaciones eran para él. No sabía que eran para Jesús que estaba montado sobre él”.
Todos nos podemos reír del humor de este relato porque nos hace pensar en la naturaleza humana. Por ejemplo, los que no quieren hacer adoración perpetua en sus parroquias me recuerdan al burro. Piensan que toda la alabanza de la gente se dirige a ellos.
¿O piensan que Jesús no se lo merece? La adoración perpetua es la alabanza por todo lo que Jesús hizo por nuestra salvación. El Viernes Santo es el precio que pagó al instituir la Eucaristía, la noche anterior: primero, el banquete; después, la cuenta. Jesús dio su Cuerpo en la Cruz, por amor a nosotros, para podernos dar su Cuerpo y todo su Amor en la Sagrada Comunión. La Eucaristía es Jesús, Rey de Amor. Jesús fue levantado en la Cruz con odio, porque no querían que fuera su Rey. “Sobre su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: Este es Jesús, el Rey de los judíos” (Mt. 27, 37)
Él es levantado con amor en la adoración perpetua. Por nuestra adoración a Jesús en la custodia, hacemos que derrame sobre la parroquia y el mundo, las gracias y méritos de la Cruz. “Y Yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia Mi (Jn. 12, 32)
Acercándonos a Él con incesantes alabanzas, le decimos al mundo: ¡¡Este es Jesús nuestro adorable Rey de Amor!!
Por la adoración perpetua lo proclamamos rey, dándole el honor que realmente merece. Lo sacamos de la cruz de la vergüenza. Reemplazamos la corona de espinas con un trono de gloria, rodeándolo de amor día y noche.
Cuando toda la Iglesia lo proclame Rey mediante una renovación Eucarística, cuando cada parroquia tenga adoración perpetua, entonces Él restaurará su Reino y renovará la faz de la tierra.
Fraternalmente tuyo en su amor Eucarístico, Mons. Pepe.

25 - DIVINA MISERICORDIA


Domingo de Pascua,
3-4-1994

Querido padre Tomás:
Monseñor Andrade fue el principal celebrante de nuestra Misa de Pascua. Dio un magnífico sermón. Su inteligencia armoniza con su humildad y piedad. Su doctorado se basó en la historia de la elevación de la Sagrada Hostia.
Esa noche, Monseñor Andrade usó en la misa, una estola de la Divina Misericordia. Hay gran conexión entre la Divina Misericordia y la Resurrección. Jesús pidió que la fiesta de la Divina Misericordia se celebrara el segundo domingo de Pascua.
Aquí es donde tenemos la culminación de la historia de salvación: la Divina Misericordia que está eucarísticamente unida al Domingo de Pascua, es la Resurrección. Porque el acto final, la acción más grande de la Misericordia de Dios, será la manifestación de su gloria en el Santísimo Sacramento.
Ahora Él está escondido en el Santísimo Sacramento, pero un día manifestará su gloria y todas las naciones y el mundo la verán. Pero no será su segunda venida. Su segunda venida será como la salida del sol. Lo que quiero decir es, que la revelación de su gloria Eucarística, se asemejará a los primeros destellos del alba.
La luz de su gloria será su amor y su misericordia. Estos son los rayos que la hermana Faustina vio que irradiaban del Santísimo Sacramento. Los rayos blancos representan su amor divino, mientras que los rayos rojos representan su divina misericordia. Un día, toda la humanidad verá estos rayos.
Así como Saulo fue convertido, “de repente lo rodeó una luz”, así también el mundo entero se convertirá por la luz gloriosa que irradia del Santísimo Sacramento. San Pedro lo llama la llegada del “día grande del Señor y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará” (Hch. 2, 21)
La visión más notable de la hermana Faustina fue ante el Santísimo Sacramento. En cada hora santa que uno pasa ante el Santísimo Sacramento, el Corazón Eucarístico de Jesús irradia rayos que rodean al mundo entero.
Todo hombre, mujer y niño experimenta un nuevo efecto del amor y misericordia de Dios, por cada hora santa de oración ante el Santísimo Sacramento.
Esto es exactamente lo que el Señor le dijo a Santa Gertrudis. Una hora santa conmueve tanto su corazón, que cada persona experimenta un nuevo efecto de su bondad en una explosión de gratitud divina.
Una capilla de adoración perpetua es como una central eléctrica de oración, que envía gracias que benefician a toda la humanidad. El efecto e influencia de una hora santa es de mayor trascendencia para el bien de la humanidad, que el extenso daño causado por explosiones o erupciones volcánicas.
De nosotros depende, querido amigo, decirle a la gente donde está nuestro Salvador resucitado. ¡El Santísimo Sacramento es Nuestro Salvador resucitado, con todo el poder de su amor y misericordia, derramándose sobre aquellos que se acercan a su presencia! Ahí es hacia donde debemos llevar a todos, ya que cada hora santa, adelantará el día en que la luz de su amor y misericordia brillará. Como Él, su pueblo resucitará.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe.