Así te habla el Señor, tu Dios, a vos...
Vos vales mucho para mí, sos valioso y yo te amo.
Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas mi amor no se apartará de vos.
Te llevaré en mis brazos, te acariciaré sobre mi regazo. Como un niño es consolado por su madre, así Yo te consolaré.
Yo te amé con amor eterno por eso te atraje con fidelidad.
Yo te atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para vos como el que alza a un niño contra sus mejillas.
Por eso, hijo mío, bebé y embriagate de amor.
No temas, que Yo te he rescatado; te llamé por tu nombre y sos mío.
No temas porque Yo estoy con vos; no te inquietes, porque Yo soy tu Dios, yo te fortalezco y ayudo, Yo te sostengo con mi mano victoriosa.
No temas, hijo mío, no te asustes, Yo te rescataré porque estoy con vos para salvarte.
Yo he visto tus caminos pero te sanaré, te guiaré y te colmaré de consuelos ¡Yo te sanaré!
Yo, el Señor tu Dios, estoy en medio tuyo. Yo exulto de alegría por vos, yo te renuevo con mi amor y por vos lanzo gritos de alegría.”
PALABRA DE DIOS
(Ct 2,14; Is 43,4; Is 54,10; Is 66,12-13; Jer 31,3; Os 11,4; Ct 5,1; Is 43,1; Is 44,10; Jer 30,10; Is 57,18-19; Sof 3,17
No hay comentarios:
Publicar un comentario