sábado, 20 de octubre de 2012

La naturaleza de la Nueva Evangelización - Sínodo de los obispos 2012


De la "Relatio post disceptationem" del Card. Donald William Wuerl, Relator General, jueves 17 de octubre de 2012


"De los debates sinodales ha emergido de manera muy clara que el fundamento de la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe es, sobre todo, la acción de la Santísima Trinidad en la historia. Dios Padre envía a Su Hijo, el cual trae consigo la auténtica Buena Nueva de quién somos en la potencia del Espíritu Santo. La Iglesia participa en este movimiento de Divina Autorevelación que empieza con la Beata Virgen María cuando ésta, por la acción del Espíritu Santo, recibe en su vientre la Palabra de Dios que se encarna en ella para poder así donarse al mundo entero. Es la Palabra encarnada la que ofrece sus palabras de vida eterna a aquellos que tienen fe en él. Tras su muerte y Resurrección, Jesús envió a la Iglesia, su Esposa y nuevo Cuerpo, al mundo para que continuara su misión evangelizadora.
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes… enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt 28, 19-20).
Jesús nos ha liberado del poder del pecado y nos ha salvado de la muerte. La Iglesia recibe de su Señor no solo la extraordinaria gracia que él ganó para ella, sino también el mandamiento de compartir y dar a conocer su victoria. Estamos llamados a transmitir fielmente el Evangelio de Jesucristo al mundo. La misión principal de la Iglesia es la evangelización.
En su reflexión de apertura, nuestro Santo Padre nos recordó que la Iglesia ha tomado la palabra “evangelium” y la ha interpretado de una manera nueva y vivificante para que al proclamarla participemos en el ministerio profético de los apóstoles, de la Iglesia.
En la misma reflexión, nuestro Santo Padre subrayó la primacía de Dios en la evangelización. Dios es quien habla y actúa en la historia. Nosotros, gracias al fuego del Espíritu Santo, estamos llamados a trabajar humildemente con Dios a través de nuestra profesión de fe y amor, por medio de la cual la Palabra de Dios nos atraviesa para llegar a los otros.
La Iglesia no se cansa nunca de anunciar el don que ha recibido del Señor. El Concilio Vaticano II nos recuerda que la evangelización es el verdadero corazón de la Iglesia. En Lumen Gentium, texto fundamental y núcleo de la reflexiones conciliares sobre la vida de la Iglesia, los Padres Conciliares pusieron el énfasis en que “este solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad salvadora, la Iglesia lo recibió de los Apóstoles con orden de realizarlo hasta los confines de la tierra” (17).
El deber de anunciar la verdad salvífica no es solo responsabilidad del clero y los religiosos. Al contrario, este sínodo ha resaltado el importante papel de cada discípulo de Cristo en la misión de transmitir la fe. El debate ha acentuado esta participación crucial y vital de todo católico a la misión evangelizadora, sobre todo mediante la participación solícita y los dones de los fieles laicos.
Pregunta 1. A través del bautismo, todos los cristianos reciben una llamada personal que les otorga la dignidad de ser evangelizadores. ¿Cómo puede la Iglesia fomentar en los bautizados una mayor conciencia acerca de su responsabilidad misionera y evangelizadora?“Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos” (Heb 13, 8) y como tal, él hace “nuevas todas las cosas” (Ap 21, 5). Esta Buena Nueva incluye muchos momentos de evangelización. Uno de ellos es la misión ad gentes, es decir, el anuncio del Evangelio a aquellos que nunca han oído hablar de Jesucristo. Otro momento de la evangelización es la catequesis continua y el crecimiento de la fe, que normalmente forman parte del desarrollo cristiano. Y también está la Nueva Evangelización, que implica salir al encuentro de aquellos que, habiendo oído hablar de Cristo habían empezado a practicar la fe, pero por alguna u otra razón la abandonaron.
Pregunta 2. Una actividad urgente, que normalmente forma parte de la vida parroquial, incluye el primer anuncio de la fe y su desarrollo gradual. ¿Cómo puede la comunidad cristiana ser cada vez más consciente de la importancia de esta actividad catequística y educativa?"


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