12 de abril de 1938, martes santo
"Nada, Señor..., el mundo es pequeño para contener lo que Tú me das. ¿Quién podrá explicar lo que es poseer la suma Verdad? ¿Quién tendrá palabras bastantes para decir lo que es: nada deseo, pues tengo a Dios?
Mi alma casi llora de alegría... ¿Quién soy yo, Señor? ¿Dónde pondré mi tesoro, para que no se manche? ¿Cómo es posible que viva tranquilo, sin temor a que me lo roben? ¿Qué hará mi alma para agradarte?
¡Pobre hermano Rafael, que tendrás que responder delante de Dios a tanto beneficio como aquí te hace! Tienes un corazón de piedra, que no lloras tantas ingratitudes y tantos desprecios a la divina gracia.
Vivo, Señor mío, enfangado en mis propias miserias, y al mismo tiempo, no sueño ni vivo más que para Ti. ¿Cómo se entiende esto? Vivo sediento de Ti... Lloro mi destierro, sueño con el cielo; mi alma suspira por Jesús en quien ve su Tesoro, su Vida, su único Amor; nada espero de los hombres... Te amo con locura, Jesús mío y, sin embargo, como, río, duermo, hablo, estudio, y vivo entre los hombres sin hacer locuras, y aún me avergüenza verlo..., busco mis comodidades. ¿Cómo se explica esto, Señor?
¿Cómo es posible que Tú pongas tu gracia en mi? Si en algo correspondiera..., quizás me lo explicara.
Jesús mío, perdóname..., debía ser santo, y no lo soy. ¿Y era yo, el que antes se escandalizaba de algunas miserias de los hombres? ¿Yo?... qué absurdo.
Ya que me has dado luz para ver y comprender, dame, Señor, un corazón muy grande, muy grande para amar a esos hombres que son hijos tuyos, hermanos míos en los cuales mi enorme soberbia veía faltas, y en cambio n d me veía a mí mismo.
¿Si al último de ellos le hubieras dado lo que a mi?. Mas Tú lo haces todo bien... Mi alma llora sus antiguas mañas, sus antiguas costumbres... Ya no busca la perfección en el hombre..., ya no llora el no encontrar donde descansar..., ya lo tiene todo.
Tú, mi Dios, eres el que llena mi alma; Tú mi alegría; Tú mi paz y mi sosiego, Tú. Señor, eres mi refugio, mi fortaleza, mi vida, mi luz, mi consuelo, mi única Verdad y mi único Amor. ¡Soy feliz, lo tengo todo!"
PALENCIA
ResponderEliminarSatisfacción por la próxima canonización del beato Rafael
13.11.08 - PALENCIA
Acto en el que se cerró el proceso eclesiástico para canonizar al beato Rafael en San Isidro, en mayo del 2007. / EL NORTE La comunidad religiosa de Dueñas ha acogido con satisfacción la aprobación del segundo milagro del beato Rafael, que le convertirá en los próximos meses en un nuevo santo de la Iglesia católica. La comisión de cardenales y obispos que revisa los procesos de canonización aprobó el pasado 4 de noviembre el acto milagroso atribuido al monje trapense Rafael Arnáiz Barón por el que una joven de Madrid que se encontraba embarazada se recuperó de una situación crítica a la que había desembocado junto con el bebé, que finalmente nació en perfectas condiciones.
El expediente está pendiente sólo de que el Papa Benedicto XVI ratifique la aprobación y el Consistorio de Cardenales fije la fecha para el acto de canonización. Se había barajado que tuviera lugar en el 2011, en el acto central de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid, pero la lejanía en el tiempo parece que aconseja celebrar la canonización en Roma el próximo año.
Enrique Trigueros, abad de San Isidro de Dueñas, monasterio al que perteneció como oblato el monje que se convertirá en símbolo de la juventud católica, destaca que la aprobación del segundo milagro en una «ratificación de la santidad de un monje del monasterio de San Isidro». Trigueros añade que el beato Rafael convertido en santo «será un estímulo para la fidelidad en las vocaciones».
El monasterio eldanense recibirá más fieles y devotos de Rafael Arnáiz, pero la vida de la comunidad cisterciense seguirá su dedicación a la oración y al trabajo. «El día que se dedica al santo sí será para nosotros una jornada especial», asegura el abad. «Sólo Dios sabe la repercusión que tendrá en el monasterio, pero el beato Rafael ya es muy conocido por sus escritos», agrega. Por su parte, el obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, se muestra orgulloso de que la Diócesis presente ante todo el mundo un testigo joven de la vida contemplativa. «En el tiempo presente de axfisiante materialismo, cada vez son más los que buscan oasis de espritualidad, y los buscan a la sombra de algún árbol bien desarrollado. Estoy convencido de que la tumba del Hermano Rafael, en San Isidro de Dueñas, está llamada a ser, cada vez más, uno de esos oasis de espiritualidad al que acuden tantos 'buscadores de Dios'», concluye Munilla, quien aboga por difundir, cuando llegue el momento de anunciar la canonización, los escritos del beato, cuya tumba es «un lugar sencillo y austero, al mismo tiempo que entrañable y maravilloso», señaló.
Finalmente, el párroco de Dueñas, Jesús Cano, señala que la próxima canonización será positiva sobre todo para los vecinos de Dueñas, «que tienen una cercanía muy grande con San Isidro, y especialmente con el beato Rafael». La Diócesis y la parroquia de Dueñas prevén organizar peregrinaciones a Roma para asistir a la misa de canonización.