viernes, 18 de abril de 2008

Frases sobre la oracion V


- El Corazón Inmaculado de la Virgen le viene de su hijo. Y también los santos tienen el corazón de Jesús. Este es un misterio: el único corazón de carne que hay en la creación es el corazón de Jesús, y sin embargo sólo cuando tenemos ese corazón es cuando más somos nosotros mismos...

- El corazón de Jesús es el amor de Jesús. Quién si no podría amar hasta dar su vida por los enemigos...

- Cuando Dios te regala rezar va naciendo poco a poco en tu corazón un profundo deseo de perdón, a vos mismo y a los demás. El verdadero perdón sin embargo es un regalo que por lo general tarda mucho tiempo en llegar al corazón del que reza.

- El profundo deseo de perdón es una gracia dolorosa. Empieza con un combate interior entre tus limitaciones y heridas y la voz de Cristo que resuena y resuena en el fondo de tu alma diciéndote: “setenta veces siete...” en ese combate se juega la humildad.

- Si alguna vez te pasa que sentís un fuerte impulso interior a levantarte en la medianoche para orar, o te sentís invitado a privarte de alguna cosa por amor a Dios, ese día ponete contento porque quizás te visita el mismo Espíritu que llevaba a Jesús al desierto a orar y a ayunar y que hacía que pasara largas horas en secreto, en la madrugada, a solas con el Padre.

- No hagas nada para ser visto por los hombres, cuidate mucho en esto. Si te ven sin que vos lo busques ni lo desees, quedate en paz, porque cuando somos de verdad de Dios, él es muy dueño de mostrar u ocultar lo que quiera de nosotros mismos. Pero es mejor si te produce un cierto fastidio ser visto por los hombres…

- Lo esencial es querer ser vistos sólo por él. Paradójicamente ese pudor secreto es la manera más poderosa de testimonio (martirio).

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