Con toda la Iglesia nos alegramos y celebramos la llegada del Papa Francisco, el 266° sucesor del Apóstol San Pedro.
El Papa que hasta hace algunas semanas fue nuestro Arzobispo aquí en Buenos Aires. El Papa que me ordenó diácono y sacerdote. Le damos gracias a Dios por este gran regalo para la Iglesia de Buenos Aires y para la Iglesia de todo el mundo
Rezamos por él, como él tanto pide desde siempre.
¡Que Dios lo conserve por muchos años!
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