El domingo 11 de octubre de 2009 será proclamado santo el monje trapense Rafael Arnáiz. Este joven burgalés de familia acomodada, lo dejó todo por seguir al Señor en una vocación a la vida contemplativa en el monasterio trapense de Dueñas (Palencia). Su ilusión inicial se vio truncada por la enfermedad. Por varias veces tuvo que salir del monasterio para curarse, pero siempre volvía. Su máxima es sentirse amado por un Dios Padre bueno.
"Qué dulce es vivir así, sólo con Dios dentro del corazón. Qué suavidad tan grande es verse lleno de Dios. Qué fácil debe ser morir así.Mi centro es Dios, y Dios crucificado.
Qué poco cuesta..., mejor dicho, nada cuesta, hacer lo que Él quiere, pues se ama su voluntad, y aun el dolor y el sufrimiento, es paz, pues se sufre por amor.
Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda.
Qué bien se vive lejos de los hombres y cerca de Ti... Cuando oigo el ruido que arma el mundo; cuando veo el sol que inunda el campo e ilumina a los pájaros en libertad; cuando me acuerdo de los días felices que transcurrí en mi hogar..., cierro los ojos, los oídos y las voces del recuerdo y digo..., qué feliz es vivir con Cristo... Nada tengo y tengo a Cristo... Nada poseo ni deseo, y poseo y deseo a Cristo... De nada gozo y mi gozo es Cristo.
Y allá adentro en mi corazón, soy absolutamente feliz, aunque ésta no es la palabra que sirve para designar el estado de mi alma.
No me importan las criaturas, si éstas no me llevan a Dios. No quiero libertad, que a Dios no me conduzca. No quiero consuelos, gozos ni placeres, sólo quiero la soledad con Jesús, el amor a la Cruz y las lágrimas de la penitencia.
Jesús mío, mi dulce amor, no permitas que me aparte de Ti."
Hermano Rafael
Rafael, corazón y alma enamorada I
Rafael, corazón y alma enamorada II
Rafael, corazón y alma enamorada III
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